Subas de granos atentan contra la rentabilidad del campo

 La suba en la cotización internacional del maíz y de la soja -en menor medida- impactó en los costos productivos de cadenas de valor como la ovícola y la feedlotera, de acuerdo con un relevamiento efectuado por BAE Negocios. Asimismo, se encendieron las alarmas por el impacto tributario de impuestos como el IVA, que en carnes es de 10,5% y en huevos alcanza el 21%.

La incidencia de estos granos en los costos de producción varía de acuerdo a la actividad. En el caso de la producción de huevos, la Cámara Argentina de Productores Avícolas (Capia) calculó que el precio de los granos aumentó un 96% en el último año. 

En 2020 se necesitaban 9,3 cajones de huevos para comprar una tonelada de maíz y hoy se requieren 11 cajones para adquirir el mismo volumen de granos. En el engorde a corral bovino, el valor de este insumo representa un 60% del costo de producción, y también se debe tener en cuenta las fuentes de proteína vinculadas a la soja.

El presidente de Capia, Javier Prida, advirtió que además de estas subas, el desfasaje en el IVA que se cobra dentro de la misma cadena genera asimetría y en este punto, reclaman al Gobierno nacional que se equiparen. La entidad proyectó que este año, un 60% de las empresas del rubro trabajan a pérdida y la producción de gallinas caerá en casi tres millones de ejemplares en relación al 2020.

En el caso de los feedlots, se suman dos variables que generan presión alcista en los costos.

A la suba del maíz, que aumentó $.7000 la tonelada en un año, se debe considerar en la ecuación el valor de la invernada de reposición, que en el mismo período registró un alza que osciló entre el 80% y el 90%.

Los feedloteros compran los animales livianos a un promedio de $243 el kilo y los gordos que salen de los corrales se vende sobre los $200. Según calcularon operadores del negocio, el margen bruto (incluyendo costo financiero) presenta un rojo de entre $5.000 y $7.000. Esta situación, junto al recorte del stock bovino a nivel nacional, se refleja en una caída interanual cercana al 10% en los ingresos de vacunos a los corrales.

En el frente externo, la producción de huevos repuntó tras la quita de retenciones de 5%, que el Gobierno efectivizó en diciembre de 2020. De acuerdo con estadísticas de Capia, en 2021 se pasó de exportar el 1,6% de la producción a 2,7%, con una facturación de USD32 millones.

En el mediano plazo apuntan a llegar al 7% que se despachó en 2011, con un tope de 12%. En ambos casos, aclararon que no se verá perjudicado el abastecimiento del mercado interno.

"Permitió empezar a usar capacidad instalada que estaba ociosa y reafirmarse en mercados externos", sostuvo Prida, en relación con el impacto de la baja en los derechos de exportación. En la actualidad, el sector exporta a 53 destinos, entre los que se destacan Japón, Rusia, Austria y Dinamarca, además de mercados del sudeste asiático.

Por Andres Lobato