Editorial

¿Hay chances de un dólar de exportación?

El productor es rehén del gobierno, condenado por una paridad oficial de fantasía. En una semana plagada de rumores, se habla incluso de un tipo de cambio para vender fronteras afuera, 50% más alto. Imposible confirmarlo, pero el río suena y no hay que descartar nada.

Claudio Gianni
30 de Marzo de 2023

El único crimen que cometió la soja de cara al populismo es ser un cultivo exitoso y demandado, símbolo del progreso que la agricultura argentina experimentó en términos de volúmenes generados a partir de mediados de la década de los 90. Fue suficiente para que los cultores del facilismo la eligieran como la fuente de recursos para hacer demagogia y cosechar votos fáciles.

El cultivo de la oleaginosa se ha estancado como primer reflejo del accionar del largo brazo del Estado. A comienzos de siglo Brasil superaba a la Argentina en unas pocas toneladas, hoy el vecino país obtiene más de 100 millones de toneladas por encima de lo que produce nuestro país, que incluso está debajo de lo que genera Mato Grosso.

Como si no fuese suficiente con derechos de exportación claramente confiscatorios, el intervencionismo sumó al desaguisado una condenable brecha cambiaria, para quedarse con dos de cada tres quintales producidos en el campo. Pero como todo vuelve en la vida, los desmanejos del oficialismo lo llevaron a necesitar los ingresos del poroto como el oxígeno que respira cada día. Y entonces inventó el dólar soja, y con eso terminó de destruir lo poco que quedaba del mercado de la oleaginosa como estructura predecible.

Ya no hay estrategias de comercialización ni análisis que valgan la pena. Tampoco tiene mucha lógica seguir de cerca los números de Chicago; nosotros estamos en otro mundo. Ahora hay que permanecer atentos al mercado de futuros local para detectar anomalías que hagan suponer la llegada de un nuevo programa oficial con una paridad menos lesiva. Y para confirmarlo hay que tomar nota de las palabras del superministro y proyectarlas en la imaginación. Mientras tanto, la consigna es aguantar todo lo que se pueda.

Acabamos de vivir una jornada típica de este proceso ciertamente poco normal. En la Argentina se vive al día, imposible asegurar qué sucederá mañana, pero el río suena. Por un lado aparece Massa indicando que en abril arrancará una serie de dólares 'especiales' para favorecer las exportaciones, en tanto la brecha entre posiciones en el mercado de futuros hace sospechar que algo puede pasar. Ayer bajaron fuerte Abril y Mayo en el MATba, a contramano de las posiciones diferidas. Según medios que adhieren al gobierno se evalúa brindar un tipo de cambio diferencial para el complejo soja. Inmediatamente los rumores de una movida de este tipo deprimen los precios en dólares del poroto. Cargill, en tanto, avisó que "debido a nuevas cargas impositivas en materia de importaciones, nos vemos en la obligación de retirarnos de la venta de fertilizantes".

El productor no tiene otra que esperar alguna "concesión" en el tipo de cambio, so pena de rematar lo poco que ha obtenido esta campaña. Se resigna a que alguien se quede con la diferencia en moneda dura, para obtener un volumen superior de pesos. "No hay soja en los lotes. Y la que tenga calidad no se va a mover del campo con este precio", dice un productor. El ministro lo sabe y también sabe que el problema es la paridad.

Para el analista Dante Romano, las ventas del campo brillan por su ausencia. Los productores están a la espera de un dólar soja, y no venderán a menos que lo tengan. "Entre mayo y junio se producen los vencimientos de la financiación a cosecha, y en ese momento algo deberá negociarse. Pero no descartaría que se decida no vender nada, y renegociar los vencimientos a la espera de un dólar soja", añade.

Los que están del otro lado del mostrador, ganaderos, tamberos, porcicultores y avicultores, más muchos consumidores que han tomado conciencia del asunto, se quejan a tambor batiente ante esta posibilidad que no los beneficia en nada.

Un trabajo de la Bolsa de Cereales de Córdoba deja en claro que desde que finalizó la segunda edición del Programa de Incremento Exportador, en diciembre, la comercialización de soja se mueve en torno del 20 % del promedio normal para otros años. La brecha cambiaria es la gran responsable, más allá de la crítica situación generada por la falta de lluvias y las heladas.

El gobierno iría, en principio, tras los 7 millones de toneladas de la cosecha previa que aún no han sido comercializados y que en condiciones normales se hubiesen colocado mayormente en marzo. Si el productor no tiene otra chance, el gobierno tampoco. El Banco Central no puede contener la sangría de dólares de sus reservas, y el panorama es cada vez más alarmante. Por otro lado, la recaudación tuvo una caída real de proporciones, explicada en gran medida por un desplome de los derechos de exportación, al tiempo que el ingreso de divisas durante febrero ha sido el menor en 19 años.

Hasta las páginas especializadas de Estados Unidos hablan de un nuevo dólar soja, probablemente en abril, o quizás en mayo. "Los productores no van a vender lo suficiente con esta paridad, porque tienen que defenderse de una economía desquiciada", aseguran en un inglés sencillo de interpretar.

Manejar la poca soja que dejará esta campaña y lo que queda de la anterior se ha vuelto cosa de guapos. Las necesidades de un Estado que gasta lo que no tiene llevaron a desmantelar el mercado formal, que se ha convertido en una taba en el aire.

Las referencias normales se han perdido. El de la soja es un mercado roto, donde nos hemos quedado sin una brújula confiable, ya que todo gira en función de cuándo y en qué magnitud puede aparecer esta creación destinada a sostener un Banco Central en terapia intensiva.

Sobre el cierre del día, un rumor que conmovió a más de uno. Habla del nacimiento de un nuevo dólar. Rondaría los $300 y cubriría todos los sectores exportables por un determinado tiempo. "Apuntan a recaudar entre 4.000 y 5.000 millones", confió alguien con llegada al entorno oficial. Todas las posibilidades están abiertas con un gobierno cada vez más arrinconado y que apuesta a llegar a las PASO poniendo parche tras parche. Veremos.

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