Editorial

China se achica y cambiará el negocio del agro

Especialistas estadounidenses dicen que el principal importador de alimentos del planeta está enredado en un complicado desplome demográfico y el efecto podría ser enorme para la agricultura mundial.

Claudio Gianni
1 de Mayo de 2023

Farm Journal dio la voz de alerta. El tema es delicado porque hablamos de China, el mayor importador de commodities del planeta. No importa que uno no le venda tal o cual producto de base agropecuaria, de todas maneras sentirá los coletazos de cada movimiento del gigante asiático. Para bien o para mal.

China estaría entrando en un declive demográfico que difícilmente resulte neutro para la economía del planeta, y menos que menos para los mercados de granos, aceites, carnes y hasta biocombustibles. Después de 40 años de una política apuntando a un único hijo por pareja, múltiples estimaciones indican que la población china puede disminuir de los actuales 1300-1400 millones a 1000 millones en 2050 y a unos casi impensables 500 millones en 2100, de no haber cambios milagrosos en el manejo de este tema. La agricultura del universo exportador necesita asumir esta realidad; en términos simples significa que dos tercios de sus principales clientes abandonan el edificio.

En Estados Unidos creen que si la población de China se reduce a la mitad o lo hace en una proporción significativa, las repercusiones en las exportaciones agrícolas del país podrían ser enormes. Es algo que bien puede extrapolarse a casi todas las naciones que venden commodities de este tipo como fundamento de sus propias economías. "Está sucediendo ahora mismo -arriesga un consultor internacional-, y avanzará más rápido de lo que muchos piensan. La disminución de la población de China no es teórica ni controvertida, solo interesa saber cuándo se concretara".

La sensación es que se la ha dado poca atención a este tema en la mayoría de los despachos oficiales dedicados al agro en los países exportadores más relevantes del planeta. Y lo reconocen incluso algunos especialistas en EE.UU. "Me preocupa que estemos a décadas de un impacto en la tendencia de la población del gigante asiático y no solo no tenemos un plan, ni siquiera estamos teniendo una conversación sobre este asunto", se queja un analista de mercados.

Se calcula que de un modo u otro China evitó al menos 400 millones de nacimientos durante el periodo de restricción de un hijo por pareja. Y lo está pagando. Dos hijos reemplazan a dos padres, y si dos se convierten en uno, la demografía se pone patas para arriba.

No termina ahí. Junto con la pérdida de población, China rápidamente se está volviendo gris. Para 2030, 360 millones de chinos (una cuarta parte del país) tendrán más de 60 años. En 1978, antes de la política del hijo único, la edad promedio de China era de 21,5 años. Es un tema que influye en el consumo, los hábitos y desde luego las importaciones de alimentos.

Tarde lo advirtió el PC chino, que en 2016 anunció una política de dos hijos, y al ver que la cosa no remontaba fue a una política de tres hijos, sin grandes avances. Incluso si China experimentara un boom de natalidad masivo (poco probable ya que todas las tendencias relevantes apuntan en la otra dirección), la población seguirá disminuyendo a corto o mediano plazo. "La suerte está echada", asegura Cris Bennett en un interesante trabajo sobre este tema.

De hecho, la India acaba de superar a China como la nación más poblada del planeta, escenario que equivocadamente muchos toman como un mero hecho anecdótico. La ONU calcula que desde el último censo realizado hace 12 años, la patria de Ghandi aumentó su población en 210 millones de habitantes, equivalente a la población de Brasil, para redondear 1.425 millones de personas dentro de su territorio.

Puesto en blanco sobre negro, el número de consumidores de China va a ser más pequeña en el futuro mediato de lo que es ahora. Existen elementos concretos para asegurar que ha alcanzado su punto máximo de crecimiento o arribará a ese umbral relativamente pronto. Y además está envejeciendo al ritmo más rápido en la historia de la humanidad. No parece haber forma de detener la caída.

La locomotora está en retirada, por lo tanto, ¿quién será la reina de las importaciones agrícolas en 2040? ¿O en 2060? "Si crees que las cosas no serán completamente diferentes dentro de 30 años, retrocede tres décadas y entenderás lo que viene", concluye Bennett. Da para creerle.

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