Equinos

Criollo, el caballo de todos

Las virtudes del caballo criollo hacen que sea la raza más difundida en la región.Sus competencias despiertan pasiones entre criadores y aficionados.

Verónica Salamanco - Redacción Chacra
19 de Marzo de 2015

En 1925, Mancha y Gato realizaron la hazaña de cubrir Buenos Aires- Nueva York, una distancia que supera los 21.500 km. Estos caballos criollos sintetizaron en su travesía todas las virtudes que tiene la raza. Hoy es la más difundida en el país, y en la región, gracias a las características raciales que permitieron su adaptación a todo tipo de clima y suelo. Es descendiente de los caballos españoles que llegaron hace más de cuatro siglos y se expandió rápidamente en el cono Sur, tanto en los rodeos mansos o domesticados, como en las inmensas tropillas salvajes que crecieron en libertad.

“Los cuatrocientos años de vida en libertad fraguaron, por imposición de un medio natural rico pero bravío, un biotipo generado por la supervivencia del más apto, es decir, aquel que fue capaz de sobrevivir en cada condición extrema a que fue sometido (heladas, sequías, calores, etc.) e incorporó a su bagaje genético una gran variabilidad de caracteres, capaz de hacer frente a la gran variedad de exigencias de la naturaleza”, señalan en la Asociación Criadores de Caballos Criollos, fundada en 1923, que hoy congrega alrededor de 900 socios.

Tordillo, gateado, alazán, tostado, bayo…. Múltiples son sus pelajes y colores, pero sus características hacen que la raza sea única. Son caballos que brindan amplia respuesta a distintas exigencias, sobre la base de su rusticidad ancestral y su enorme variabilidad genética. Es el caballo ideal para toda la familia, une a grandes y chicos en el simple placer de andar a caballo, por su mansedumbre y sus suaves aires de marcha. Es un animal dócil, rústico, resistente, y su entrega es total.

En cualquier punto del país y de la región se pueden encontrar caballos criollos: en la estepa patagónica, en la selva chaqueña, en el norte árido y seco o en los Esteros del Iberá, es una raza capaz de superar las adversidades y adaptarse al medioambiente. Es la herramienta fundamental para el hombre de campo, para trasladarse, para manejar ganado, y por qué no, para acompañarlo en los paseos dominicales.

Como todas las razas de pedigree, los criollos tienen su propio calendario de competencias, con eventos que ponen a prueba sus aptitudes. La Federación Internacional de Criadores de Caballos Criollos tiene estipuladas las siguientes competencias: Rodeos: Las corridas de rodeo o paleteadas son una prueba que demuestra la aptitud vaquera del Criollo en su máximo esplendor. Nació hace más de 40 años por pioneros criollistas que buscaban demostrar las bondades de la raza en las tareas rurales más arduas.

Se necesita además de buenos montados, muy buenos jinetes para lograr una buena yunta de paleteadas. La prueba consiste en calzar el vacuno entre las paletas de ambos caballos, luego que ha salido de una manga a gran velocidad y controlar el mismo durante 60 mts en una pista con 6 metros de ancho. El puntaje máximo son 15 puntos, y existen 4 campos de puntaje en los cuales el jurado evalúa la actuación de la yunta.

Prueba de Rienda Felipe Z. Ballester: Esta competencia tiende a probar las condiciones de adiestramiento necesarias para un animal de trabajo. A mayor categoría, mayor exigencia de una debida equitación. Debe, por lo tanto demostrar la docilidad, tranquilidad, y compenetración con el jinete convenientes para esas funciones, sin exageración y movimientos aparatosos.

Las condiciones del caballo y su adiestramiento se evaluan por el impulso, la franqueza, el ritmo, el equilibrio, la flexibilidad, buen pie, coordinación, agilidad y rectitud.

El Freno de Oro es una prueba diseñada como herramienta de selección de un caballo completo, lindo y bueno para todos los usos que esta raza tiene hoy en día. Por eso la competencia incluye una serie de pruebas que se desarrollan a lo largo de varios días. Es una prueba de origen brasilero, pero que comenzó a desarrollarse en nuestro país con gran éxito.

La Carrera de Resistencia es una competencia contra reloj, de larga distancia. Es una disciplina que ya se practicaba en otros países de Latinoamérica, como Uruguay, Chile y Brasil, y es muy popular en otras razas y otras partes del mundo, y se comenzó a realizar en Argentina en 2012. Los jinetes compiten en tres etapas, hasta finalizar 80 kms.

Este año, en el marco de Nuestros Caballos (La Rural, predio Ferial del 25 al 29 de marzo) se podrán ver varias de estas pruebas en las pistas, donde participarán más de 200 caballos criollos de Argentina, Uruguay, Brasil y Paraguay.

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