Cría de ñandúes

Hay que sacarle el cuero

La carne de ñandú es muy valorizada por su alto contenido nutritivo, pero pocos saben que el negocio puede complementarse con la venta de su cuero, preciado en todo el mundo.

Verónica Salamanco
6 de Abril de 2015

El cuero de ñandú es muy apreciado como producto exótico en la marroquinería fina y en los artículos de vestir. Es una de las pieles más cotizadas por su durabilidad, su textura única, su flexibilidad y su suavidad. Tiene una apariencia única entre los cueros característica por su puntillado marcado por la distribución y tamaño de los folículos de las plumas. Sus grasas y aceites naturales lo hacen resistente al cuarteamiento, endurecimiento y resecado.

Hasta hoy, muchos criadores de ñandú venden la piel conservada o la desechan por desconocer el potencial de este mercado. En un trabajo conjunto entre el INTA Balcarce y el INTI-Cueros se propuso un aprovechamiento integral de esta especie, realizando investigaciones sobre métodos de conservación, procesos de desplumados químicos, optimización del proceso de descarnado a través del uso de diferentes maquinarias, y pruebas de distintos tipos de curtido y de tintado.

“En el año 2008 INTA Balcarce nos convocó a trabajar en un proyecto que tenía por objetivo el aprovechamiento integral del ñandú. Nuestro aporte a este proyecto es la aplicación de la tecnología desarrollada para la obtención de cuero de esta especie”, nos contó José Martegani, técnico químico responsable de la Planta Experimental de Curtiduría del INTI-Cueros, “En este caso el trabajo se realizó haciendo un seguimiento para establecer la influencia de los diferentes factores (edad, sexo, peso, alimentación y crianza) en la calidad del producto final, a través de la curtición de las pieles y la evaluación de las propiedades de los cueros obtenidos”. “En la planta experimental de curtiduría del Instituto se adecuó el uso de tecnología en las distintas etapas del proceso, entre las cuales podemos citar el método de conservación (congelado), el “desplumado” químico y la eliminación del lomo “pronunciado” a través de una ribera exigente. También se eligieron los productos curtientes y engrasantes apuntando a la obtención de un mejor artículo final. A su vez se desarrolló un proceso para el curtido de las patas y así permitir un mayor aprovechamiento del animal. “Si bien en el Instituto existe el desarrollo de acabados industriales del cuero de ñandú, aprovechando la experiencia obtenida con cueros de conejo y la existencia de la Unidad de Terminación Artesanal-semiindustrial, se obtuvieron variadas terminaciones, tanto en los cueros como en las patas, que permiten satisfacer las exigencias sobre los diferentes artículos elaborados”, agregó Alejandro Markan, Coordinador de la Unidad Técnica de Servicios a Terceros.

En el laboratorio de ensayos físico-mecánicos se estudiaron las propiedades de resistencia de los cueros. Los datos obtenidos mostraron que los cueros logrados están aptos para el uso en diversas manufacturas (calzado, vestimenta, tapicería, entre otros) permitiendo también establecer diferencias entre las distintas áreas del cuero (flancos, crupón, cogote).

Obtención de un buen cuero

El proceso de curtiembre es similar a otras especies, en cuanto a la infraestructura necesaria y a los materiales a utilizar. En la faena el animal es cuereado, obteniéndose el cuero junto con la pluma. Luego se le retira la pluma y queda el cuero separado. El paso posterior es su correcta curtiembre para darle una buena terminación y presencia acorde a las necesidades del cliente o producto a desarrollar. Cada ejemplar da aproximadamente 0,70 m2 de material aprovechable, entre los que están el cuero del cuerpo y las patas.

En la etapa de ribera se realiza el remojo, desplumado y calero de los cueros. Luego se desencalan y se purgan. A continuación, se realiza el proceso de piquelado curtido y el recurtido, que incluye el engrase y tintado. Finalmente, se secan y se acondicionan para su acabado.

Con las patas se hace el mismo "paso a paso" en proceso, sólo que con variantes en tiempo y cantidades. El artículo final "pata de ñandú" sirve como adorno en otros artículos. Un ejemplo es en la caña de la bota texana, puesto en la parte delantera como detalle.

A lo largo del proceso, las diferentes etapas están orientadas a la unificación de la estructura fibrosa, sobre todo en las etapas de ribera. Quizás las dos etapas que más influyen son el "desplumado" químico y posterior calero, y el purgado realizado que es bastante fuerte en relación a otras especies animales.

“El mercado no está establecido con claridad por la falta de oferta de pieles”, señalaron en el INTI, “y los valores aún no están calculados. Dependen de muchos factores, entre ellos, la edad de la matanza, las máquinas a utilizar y de qué tipo de artículos se quieran obtener.”



Palabra de pionero

El Establecimiento López está en Florencio Varela, prov. De Buenos Aires, y desde 2002 se dedica a la cría de ñandú. “La investigación y desarrollo del cuero comenzó en el 2004 con mucho trabajo y recién en 2005 comenzaron a generarse los primeros intentos comerciales sobre los primeras prendas con aplicación de cuero”, indicó Luis López a la vez que subrayó que “Cabe destacar que sólo está permitido comercializar cueros provenientes de criadero ya que es un animal protegido y está prohibida su caza. “El cuero de ñandú es considerado uno de los cueros más finos, atractivos y duraderos, colocándose entre los más valorizados del mercado, siendo ideal para la confección de artículos de lujo por ser suave y resistente”, describió el emprendedor, “Tiene tres partes: la del cuerpo, la del cuello y la de las patas. Un ave de faena rinde unos 5 pies de cuero de buena calidad, más el cuero de las patas. El cuero del cuerpo presenta un singular aspecto debido al diseño que le dan los folículos de las plumas. En cuanto al cuero de las patas, éste es escamado y de aspecto reptiliano”.

Estas pieles pueden ser usadas para la fabricación de vestimentas de alta moda: chaquetas, sacos, camperas y guantes. Además se utilizan en marroquinería: botas, bolsos, cintos, zapatos, carteras, billeteras, portafolios y apliques en general. “El problema actual es el cuello de botella generado por la carne”, manifestó López, “Necesitamos vender toda la carne para obtener más cuero (faenando más animales). Mientras no logremos habilitar un frigorífico certificado por Comunidad Europea, para la exportación al viejo continente o mercados como el de Asia, donde ya tenemos pedidos de carne concretos, el mercado del cuero se verá limitado a la oferta y no dejará “volar” a la alta demanda existente. Ya se han realizado y comercializado varios productos procesados, pero el problema para fabricar y distribuir en serie es el volumen, supeditado al problema ya mencionado”.



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