Finalizó la jornada de forrajes conservados en INTA Manfredi
Con las lluvias como telón constante de fondo, un nutrido grupo de productores se acercó a la experimental para escuchar a destacados técnicos.
10-05-2018 La tecnología fue uno de los aspectos importantes para el cambio de manejo en los sistemas forrajeros. La lluvia constante durante la novena jornada de forrajes conservados de INTA Manfredi aguó las dinámicas de "fierros" agrícolas durante la cita. Estaban preparadas 41 máquinas para demostrar sus capacidades. Sin embargo, esto no impidió hablar de tecnología. Un breve recorrido.
Picadoras:
Federico Sánchez -técnico del INTA Manfredi- aseguró que las picadoras autopropulsadas vendidas en la Argentina son de última generación, mayor potencia y capacidad operativa con una serie de equipamiento hidráulico-electrónico.
"Esto permite la automatización del funcionamiento, mantenimiento y regulación de las picadoras en el campo", puntualizó.
Embolsadoras:
En cuanto al mercado argentino de embolsadoras de forrajes, Sánchez aseguró que se caracteriza por una "fuerte presencia de los productos de origen nacional".
En esta línea, especificó que, en la actualidad, el parque está integrado mayoritariamente por máquinas de 10 pies, mientras se destacan desde hace cuatro años los modelos de 12 píes.
De acuerdo con Gastón Urrets -especialista en maquinarias del INTA Manfredi-, "los precios de la recría traccionan y alientan la actividad y la adopción de tecnología en sectores como la recría, en donde se hace fundamental contar con oferta de forraje".
Rotoenfardadoras:
Urrets aseguró que, "la demanda de rotoenfardadoras con buena capacidad y calidad de trabajo seguirá estable y en crecimiento, aún en zonas donde no se cultiva alfalfa, como las del norte del país".
"El repunte de las ventas en 2017 en más de un 35% en rotoenfardadoras indican que los rollos seguirán ocupando un papel central, dado el menor costo de estos equipos", sentenció.
Enfardadoras:
Las megaenfardadoras y las rotoenfardadoras ocupan distintos nichos del mercado de henificación, principalmente por diferentes costos de adquisición y capacidades de trabajo. "Las primeras están destinadas a un mercado más industrial o de venta de insumo, mientras que las segundas están destinadas a productores o contratistas más locales", especificó Sánchez.
