Maracuyá

Fruto de la pasión

En el INTA Expone NEA se presentó el maracuyá como una producción alternativa para un mercado creciente que hoy importa casi la totalidad de lo demandado.

Verónica Salamanco - Redacción Chacra
14 de Julio de 2014

El maracuyá es un cultivo originario de un clima subtropical, pero como las heladas en el norte argentino no son tan intensas, algunos productores están ensayando encararlo en forma comercial. Hay más de 450 especies dentro del género passiflora y una de las que mejor se da en la zona es la passiflora edulis flavicarpa conocida como maracuyá amarillo.

En el INTA Expone NEA, el ing. agr. Rodrigo Nuñez Hinostroza de la EEA Cerro Azul explicó los detalles de su manejo en un cultivo demostrativo. “Es un frutal de ciclo corto, se planta en septiembre y se puede tener fruta desde febrero hasta marzo/ abril según la altura en que esté el campo”, indicó. Los requerimientos edafo-climáticos señalan que la temperatura óptima es de 26 a 27ºC, pero crece bien en rangos de 21º a 32º, aunque con temperaturas mayores de 35º y menores de 12° se producen abortos de flores. Las precipitaciones deben rondar los 800 a 1500 mm. anuales bien distribuidos. “En la zona subtropical de Salta y Jujuy es necesario complementar con riego durante el invierno y primavera”, recomiendan en el INTA. Es una planta sensible al fotoperíodo, por lo que con días que tengan menos de 11 horas no florece. Los suelos deben ser fértiles y bien drenados.

“Estamos utilizando una densidad de 1900/ 2000 plantines por hectárea, en un marco de plantación de 3 x 1,5 m. Algunos productores utilizan 3 x 1,80m o 3 x 2m, en el caso de Brasil”, indicó Rodrigo. Previo a la plantación se debe hacer un encalado con cal agrícola, y no estaría de más agregar un superfosfato. Al ser una planta trepadora se la debe conducir en espaldera a 2 o 3 hilos. Una vez que el hizo el transplante, hay que guiar la planta hasta el primer alambre donde se hace el despunte al 1,80 m para que se abran los brazos. Al momento de la fructificación también se hacen fertilizaciones de base, pero no son más de dos o tres aplicaciones en total”.

Respecto al manejo de enfermedades y plagas no hay mayores inconvenientes salvo la roña que se puede mantener en nivel bajo con carbendazim.

Desde trasplante a floración hay más o menos 90 días. La flor es la pasionaria o flor de la pasión. Y de floración a maduración pasan otros tres meses.

No se cosecha; se recoge

“Hay una escala de momentos óptimos de maduración, pero se dice que la fruta del maracuyá no se cosecha sino que se recoge”, señaló el agrónomo,”Cuando llega al suelo quiere decir que está en madurez óptima. En grandes producciones se cosecha en punto 3, en una escala de colores, es cuando 2/3 partes del fruto tienen coloración amarilla, y el resto la toma en cámara o a temperatura ambiente”. El inconveniente es que en el medio natural la fruta a los 10 días se deshidrata y su calidad visual se desmerece, aunque la pulpa no. “Acá no estamos acostumbrados a su consumo, aunque en Brasil consumen la fruta arrugada porque está en un estado óptimo de maduración”.

Se calcula un rendimiento no menor de 18 tn por hectárea, en una producción tecnificada con fertirriego. Se puede pensar en 10 tn por ha con un nivel de tecnificación menor en el primer año. Si la planta no fue muy castigada por las heladas se puede hablar de una producción de 20 tn por ha. Es una planta de comportamiento semiperemne. A partir del tercer año empieza a caer muchísimo la producción por eso muchas veces se decide eliminar esa plantación y reponerla.

Es una planta que está continuamente floreciendo y madurando. "Si uno pretende llegar al mercado consumidor tiene que tener una superficie interesante o asociarse con otros productores", recomendó Nuñez Hinostroza, "Si se tienen 6 ha se puede tener cantidad suficiente para que el flete justifique llegar al Mercado Central de Buenos Aires".

“Actualmente la oferta no llega a completar la demanda que hay por eso el precio se va para arriba. En el Mercado Central de Buenos Aires está entre 42 y 40 pesos el kilo al por mayor”, continuó, “por eso decimos que es un cultivo muy interesante que llegó para quedarse”.

Hay una empresa que comercializa la pulpa y está importando la fruta desde Colombia. En el INTA, además de trabajar en el cultivo, se está montando una planta piloto de procesamiento de fruta, con la intención de agregarle valor. El objetivo principal de la planta es capacitar, innovar y transferir conocimientos. Tiene capacidad para procesar 2300 kilos de fruta. Se está diseñando un packaging muy interesante para acompañar la propuesta y ver cómo se comporta en el mercado y así evaluar si otros emprendimientos de mayor envergadura serían viables.


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