Más sustentabilidad con menos impacto y más productividad
El sistema agrícola argentino es uno de los más sustentables del mundo. La siembra directa trajo grandes beneficios aunque se debe seguir sumando buenas prácticas para lograr un nuevo salto productivo
Durante el último Congreso de Asagir, el especialista Gustavo Oliverio repasó los logros en cuanto a la sustentabilidad del “nuevo” paradigma productivo argentino.
Según Oliverio, gracias a la siembra directa aumentó fuertemente la eficiencia del uso del agua. Así fue que en dos sitios experimentales se obtuvieron datos muy interesantes.
Producto del paquete tecnológico, en Trenque Lauquen hoy se produce una tonelada de grano con 53% menos de agua mientras que en Venado Tuerto la diferencia alcanza el 34%, producto de un promedio entre soja, que consume un 38% menos y maíz, donde el consumo se recortó un 50%. Para comprender la magnitud del cambio, el ahorro de agua de lluvia en 1700ha de producción equivale a un año de consumo de agua domiciliaria en trenque lauquen.
Por otro lado, la disminución de las labranzas provocó un impacto notable en el consumo de combustibles y por ende en las emisiones de CO2. En Trenque Lauquen, disminuyó un 41% los kg de CO2 emitidos por ha y un 56% emitidos por tn producida, mientras en Venado Tuerto la reducción fue mayor, 70% menos kg CO2/ha y 83% menos por tn de grano.
En uso de fertilizantes, los 40 kg/ha de Argentina están hoy muy por debajo de los 142 de Brasil, los 120 de EEUU y los 500 kg de China. Hoy en nuestro país el problema en los fertilizantes es la poca aplicación que se traduce en una degradación de los suelos. Aquí Oliverio expresa que hay que salir del esquema de la reposición de nutrientes y a su vez es necesario volver a los cereales por un tema de rotación conservacionista que también permitirá enriquecer a los suelos por el aporte de nutrientes.
Por otro lado, la cosecha argentina no crecerá hasta los 135mill de tn si no aumenta fuertemente el consumo de fertilizantes, que hoy debería alcanzar los 5mill de tn, apenas pasa los 3,5, para llegar a los 7 mill de tn que sustentará la cosecha récord de 2020.
La gran ventaja con la que corre el sistema agrícola argentino es que puede crecer en fertilización pero siempre con buenas prácticas con el fin de aumentar la eficiencia a través del diagnóstico, elección de fuente y la aplicación para no volatilizar ni lavar innecesariamente nutrientes al subsuelo. Además la rotación de cultivos y el aporte de carbono se verán potenciados en estos planteos de enriquecimiento del suelo.
Fitosanitarios
Hoy en dia, la soja y el barbecho químico explican el 66% del uso de fitosanitarios. Una gran noticia es que hoy el 77 % son productos banda azul y verde mientras que en 1985 era el 25%. Esto indica que la toxicidad cambió, aunque no hay que dejar de lado que las buenas prácticas son fundamentales e ineludibles, hay que conocer las malezas y las resistencias, rotar distintos sitios de accion de herbicidas y respetar regulaciones.
Como resumen y cierre, hoy hay muchas oportunidades para mejorar en uno de los sistemas más sustentables del mundo. Se debe volver a rotar, reponer nutrientes y respetas las buenas prácticas en el uso de fertilizantes y fitosanitarios. Así se logrará alcanzar más sustentabilidad con menos impacto y más productividad.
