Maíz

Buenas perspectivas en el cierre de otra campaña favorable

Por Agustín Tejeda Rodriguez y Virginia Ceccarelli, economistas de la Bolsa de Cereales.

Bolsa de Cereales
17 de Marzo de 2017

La variación en el área destinada a la producción de maíz en Argentina, de las últimas dos campañas, refleja el cambio en los derechos de exportación del grano y plantea nuevos desafíos comerciales.

Según estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la superficie sembrada con maíz en Argentina registró un incremento del 27% durante la campaña 2016/17, convirtiéndose en el país con el de mayor aumento entre los principales productores del mundo.

Este crecimiento en la superficie maicera se debe, principalmente, a un cambio en los precios relativos de los granos como resultado de la eliminación de los derechos y restricciones a las exportaciones que afectaron el comercio agropecuario hasta fines de 2015. Este esquema normativo afectaba especialmente a los productores de trigo y maíz, que recibían por sus granos un precio muy inferior al vigente en el mercado internacional.

En el caso del maíz, el productor debe hacer un gran gasto en tecnología de insumos, desde los materiales de siembra hasta fertilizantes y fitosanitarios, generando elevados costos de producción. Esta situación, sumado a la estructura de derechos de exportación, arrojaba un margen bruto desfavorable en comparación con otros cultivos.

Bajo el esquema normativo anterior se retrajo el área implantada con maíz en Argentina, hasta representar apenas el 11,7% del total nacional en la campaña 2014/15. Al mismo tiempo se dio un incremento sostenido de la superficie sojera, que explicó durante esa campaña el 64% de la siembra con cultivos extensivos en el país.

Sin embargo, la campaña 2015/16 mostró una reestructuración en la asignación del área productiva, en respuesta al nuevo esquema de incentivos que comenzaba a instaurarse como consecuencia de los cambios adoptados en las políticas agrícolas. Si bien, las medidas fueron adoptadas cuando la campaña agrícola se encontraba en una etapa avanzada y, por lo tanto, no tuvieron un gran impacto en las decisiones de siembra, se observó un cambio de tendencia con un aumento de 200 mil hectáreas en la siembra de maíz y apenas 100 mil en soja.

Con el nuevo esquema jugando desde el inicio de campaña, en 2016/17 se consolida el incremento de área, alcanzado una superficie récord de 4,9 millones de hectáreas de maíz (+1,05 millones ha), retrocediendo, al mismo tiempo, el área destinada a soja en 900 mil hectáreas.

Como puede apreciarse en el cuadro siguiente, la relación insumo producto mejoró significativamente para los productores maiceros, no sólo por el aumento de precio del cereal, sino también por una disminución en los costos de fertilizantes y herbicidas. Durante la actual campaña se necesitó entre un 50% y un 63% menos de producto para comprar la misma cantidad de insumos, lo que generó una mejora en la competitividad del cultivo frente a otras alternativas como la soja.

Ya avanzados en la campaña, y con un incremento del 27 % en la superficie destinada a maíz, la Bolsa de Cereales estima una producción de 37 millones de toneladas, un 23% de incremento respecto de la campaña anterior (30 millones tns). El aumento de la producción es menor que el incremento en el área, dado que existieron pérdidas producto de eventos climáticos registrados durante la ventana de siembra. Por un lado, en el sur de Bs. As. la falta de precipitaciones durante la primavera-verano generó la merma de cuadros por déficit hídrico. En el extremo opuesto en la provincia de Santa Fe, el norte de Bs. As. y el este de Córdoba, las abundantes lluvias registradas durante finales del mes de diciembre provocaron la pérdida de lotes. Esta disminución en el número de hectáreas cosechables, se ve compensado, en parte, por rindes superiores a los promedios zonales en las regiones donde avanza la cosecha (Centro-Norte de Santa Fe, Centro-Este de Entre Ríos y la provincia de Corrientes), y por buenas condiciones en los maíces tempranos, los cuales se encuentran en las últimas etapas de llenado de granos.

Debe notarse, asimismo, que durante las últimas campañas se viene relevando una variación de la relación del cultivo temprano/tardío a lo largo del país. Este cambio obedece a una serie de factores que promovieron el aumento de los planteos tardíos (siembras de diciembre-enero en la región central del área agrícola nacional), vinculados a ventajas técnico-económicas por sobre las siembras tempranas; como ser, la mayor estabilidad en el rendimiento, cambios en los requerimientos de insumos y la opción de alterar, durante la ventana de siembra de gruesa, los cultivos presupuestados.

Comercialización

Bajo este escenario de mayor producción, la ausencia de restricciones a la comercialización se refleja en el mayor dinamismo del mercado. En efecto, el volumen exportado para el año comercial 2016/17 representa un incremento del 46% respecto del mismo período para la campaña 2015/16, pasando de 15.8 a 23.3 millones de tns.

Desde otra perspectiva, las exportaciones de maíz para el promedio de los años 2012 a 2015, concentraban su mayor volumen entre los meses de marzo y agosto. Sin embargo, las exportaciones de 2016, registraron un comportamiento distinto, mostrando dos oleadas que abarcan un período de tiempo que va desde febrero a septiembre. Esta situación podría deberse a la tendencia que se viene registrando en la proporción de maíces tempranos y tardíos.

Por su parte, si bien la robustez de la demanda interna pareciera sostenerse, las proyecciones para las exportaciones argentinas de maíz de la cosecha 2016/17, se ubican en 25 millones de tns, lo cual representa un crecimiento del 25% respecto de la cosecha previa. A esta altura, las declaraciones de compras de los exportadores (6.6 millones de tns) superan en 25% las registradas en el mismo período para la campaña pasada, exhibiendo un mayor ritmo de comercialización del sector exportador.

El incremento en las exportaciones reconstituyó el posicionamiento argentino en el mercado mundial del maíz. La participación de nuestro país en el comercio internacional había descendido de 19.6% en la campaña 2012/13 a 13% durante las campañas 2013/14 y 2014/15. Este indicador se recompuso en la cosecha 2015/16 llegando al 18%. Es así que, con los incrementos proyectados para la cosecha actual (2016/17), Argentina se acercaría a Brasil en el segundo puesto de abastecimiento mundial del cereal.

Con una mayor presencia en el comercio internacional, Argentina abre la búsqueda de nuevos puertos de colocación. Esto ha comenzado a verse en los datos por destinos de las exportaciones. Particularmente, en 2015 el 50% de los destinos del cereal estaban explicados por Argelia, Vietnam, Indonesia y Egipto. Sin embargo, en 2016 además de los mencionados tuvieron una participación más activa, Malasia, Sudáfrica, Corea y Brasil.

Finalmente, las proyecciones de la Fundación INAI, trazan un escenario de producción de 49,3 millones de tns de maíz hacia 2025. Estos niveles, plantean la importancia del cereal en nuestro país, derivada de la mejora resultante en la sustentabilidad de suelos y el crecimiento económico que genera la cadena de valor, incorporando nuevos retos comerciales para todo el sector.

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