Se extiende por dos años más el ciclo de commodities agrícolas con precios a la baja

 A partir de la abundante cosecha que arrancaba en el periodo 2014-2015, el mercado de commodities granarios ingresaba en un escenario de precios a la baja que no cedería sino hasta 2016. Hoy las superproducciones no sólo continúan sino que empiezan a marcar récords.

Ahora el nuevo periodo se extiende hasta 2018, acumulando así un ciclo de cuatro años de cotizaciones que ya se acercan a lo visto en 2007 previo a la burbuja financiera.

Mañana el Departamento de Agricultura de los EE.UU. (USDA, por sus siglas en inglés) dará a conocer un aumento en el área de siembra de 6%, elevando la estimación a 36 millones de hectáreas versus los 34 millones del año pasado. Esto, de confirmarse y de no haber un clima adverso, significará un nuevo máximo en la cosecha mayor a los 118 millones de toneladas de 2016-2017. Todo esto lleva a ver valores en el mercado similares a 2007.

Ayer la soja cerró en u$s356 la tonelada. La foto muestra que la merma seguirá por lo menos en lo que va del año y parte de 2018.

"Los precios han bajado y sobre esta presión van a seguir así por unos cuantos años", adelantó durante su visita en 2014 por Argentina el analista de granos senior del USDA William Chambers.

Desde 2010, el mundo asistía a un menor aumento de la producción con respecto al mayor aumento del consumo. Hoy éste no sólo está equilibrado sino que en muchos casos lo supera.

De esta forma se puede advertir que por primera vez se quiebra la tendencia con un crecimiento de la producción un 70% por arriba del consumo.

La misma situación se observa en los demás cultivos, si bien los datos a publicar por el USDA indicarían una merma para los cereales. Éstos tranquilamente podrán ser cubiertos por Argentina y Brasil.

En el caso del maíz, el vecino país produce cerca de 90 millones de toneladas sumados a los 40 millones a levantar a nivel local.

Y ni hablar del trigo, donde Rusia, Ucrania y Kazajistán año tras año elevan sus producciones hoy cerca de los 116 millones de toneladas y Argentina en 18 millones.

Para el director de Agripac, Pablo Adreani, "si la intención de siembra de maíz baja mucho en los Estados Unidos, éste podrá ser el cultivo estrella en el 2018 y la soja será un commodity más".

Con el actual nivel de precios y de consolidarse el aumento de la soja norteamericana, podría significar el piso del mercado que marcara la tendencia de los valores del último trimestre del año y del primer semestre de 2018.

Sin embargo, la baja de los commodities tendrá un punto en contra, el fortalecimiento de la moneda norteamericana. Ya Donald Trump viene anticipando un plan de estímulo fiscal que al contrario de lo que quiere la Reserva Federal (FED), hará que la divisa del país del Norte se consolide depreciando la de los países en desarrollo. Por lo tanto, si el valor del dólar se eleva las demás monedas caen.

Una de ellas es el yuan, cuyo dueño es uno de los mayores demandantes de granos. En pocas palabras, pierde capacidad adquisitiva, lo que impulsa la soja a la baja.

Pero todo está en manos del clima. Un cambio hará que todo se modifique y los valores suban o también se sigan hundiendo.

La Argentina no escapa a lo que pasa en el mercado externo.

El factor devaluación es lo que miran los productores que hoy piensan más en retener que en vender.