Cosecha de maíz

El control del tránsito de la cosechadora mejora los rendimientos en maíz

Minimizar el tránsito de equipos de cosecha en el lote genera cada vez más impacto productivo a la vez que preserva el recurso

Ing. Agr. Ezequiel Pezzoni para Chacra
26 de Marzo de 2015

 La logística de la cosecha es un tema muy estudiado y analizado desde diversos puntos de vista. El más difundido tal vez sea la minimización de los tiempos muertos de la propia cosechadora por el costo que estos implican.

Otro punto de vista a veces no analizado comprende la minimización de los efectos que el tránsito de los equipos genera sobre las propiedades del suelo asociadas a su vez a sus efectos sobre los cultivos.

Uno de los problemas mencionados por investigadores de distintas partes del mundo, y desde hace más de 20 años, habla de la degradación estructural del suelo en las áreas cultivadas, la cual puede incluir la compactación subsuperficial. Una de las causas de tales eventos puede ser el tráfico de vehículos.

Con estos conceptos introducen un trabajo de investigación, un equipo de profesionales de la UBA, la Universidad de La Pampa, la correspondiente de Luján, de INTA Concepción del Uruguay y de la Universidad del Centro de la Provincia de Buenos Aires. El mismo estuvo orientado a analizar el efecto de distintas alternativas de tráfico durante las operaciones de cosecha sobre las propiedades físicas del suelo y sobre el rendimiento del cultivo de maíz, sobre un suelo Argiudol Típico, bien drenado, drenaje clase 4, el rango de materia orgánica es de 3,6 % en superficie a 1,4 % a los 0,6 m de profundidad. La historia previa del lote es de 9 años bajo la técnica de siembra directa. Las propiedades físicas y mecánicas del suelo se pueden ver en la Tabla 1.

Para esto determinaron los siguientes parámetros, indicadores de compactación, densidad aparente, contenido de humedad, índice de cono, y porosidad de suelo a lo largo de tres años consecutivos y con diferente circulación de equipos sobre el terreno. Las mediciones fueron realizadas hasta los 45 cm de profundidad.

La intensidad del tránsito fue diferenciada en tres alternativas, el tratamiento testigo contempló la circulación por toda la parcela de la cosechadora y el tractor con tolva, tal como es normal para la zona. En el tratamiento 2 se definió previamente una senda por donde circularon los equipos sin pisar otro sector de la parcela. El tratamiento 3 contempló solo el tránsito de la cosechadora por la zona sembrada y la descarga de granos se realizó en las cabeceras del lote.

Datos físicos

Las mediciones del índice de cono (I.C.) y de la densidad aparente (D.A.) fueron realizadas

inmediatamente luego de la cosecha del maíz. Es importante destacar que no hubo diferencias significativas en el contenido de agua del suelo, donde se realizaron las mediciones de índice de cono, por lo tanto, todas las modificaciones que sucedieron en dicho parámetro, se puede interpretar, que son debidas al tráfico del equipo durante las operaciones de cosecha. Los valores medidos de dichos parámetros (I.C. y

D.A.) muestran que la compactación producida por el tráfico de la maquinaria durante la cosecha de maíz causa considerables cambios, en las propiedades del suelo, tanto a nivel superficial como sub superficial.

Asimismo el IC a nivel superficial muestra valores superiores a 1300 KPa citado anteriormente por uno de los autores, como límite para la normal emergencia de un cultivo de trigo.

La densidad aparente (DA) muestra un comportamiento similar al IC y en todos los casos mostró valores superiores a 1.2 Mgm-3, citado por otro de los autores como valor a partir del cual comienzan a disminuir los rendimientos.

Capacidad de trabajo y rendimiento

Es sabido que la capacidad de trabajo de una máquina agrícola depende de su ancho de trabajo, velocidad de avance y de las pérdidas de tiempo. En el caso que nos ocupa, los autores analizaron lo ocurrido con la CT en los tres tratamientos. Claramente los tratamientos 2 y 3 mostraron una disminución de este parámetro producto de la mayor pérdida de tiempo, más aun en el caso del tratamiento 3 donde la descarga ocupa tiempos con la máquina parada en la cabecera del lote. Como contrapartida este último tratamiento mostró el mayor rendimiento en granos del cultivo analizado además de un menor consumo de combustible.

Los autores explican que gran parte de la reducción del rendimiento producida por el tratamiento 1 sé podría deber a daños ocasionados por la alta intensidad de tráfico sobre la estructura del suelo en la parte superficial del mismo. Esta conclusión es sostenida por el hecho de que gran parte del éxito en el rendimiento del maíz está regido por la baja compactación superficial del suelo, cosa que no sucede luego que el mismo es transitado con la intensidad de 38,45 Mg/km/ha correspondiente al tratamiento 1.

Nota del redactor

Resulta claro que la disminución en la capacidad de trabajo representa un costo, sea el equipo propio o contratado. Al mismo tiempo resulta claro el beneficio económico de la actividad. Por tanto será cuestión de hacer números específicos para cada empresa y planificar la logística adecuada para cada situación.

Vale pensar mucho más allá de uno, dos o tres ciclos, los beneficios de reducir la compactación y densificación del suelo son de largo plazo y revertirlos, eventualmente, con una labranza profunda también implica un costo.

La conservación del recurso suelo en las mejores condiciones es difícil de valorar en una cuenta económica de corto plazo, ya que se trata de aquel recurso escaso que podrá ser utilizado por varias generaciones de productores agropecuarios.


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