Cotizaciones internacionales

En la Copa América del vino, Argentina le gana a Chile

Los campeones continentales del fútbol tienen un precio promedio de US$30 por caja, mientras que en nuestro país se vende a cerca de US$36  

MDZol
8 de Julio de 2015

Fuera de una cancha de fútbol, una de las competencias más arduas entre Chile y Argentina se da en el mercado del vino. Un artículo publicado por el portal económico chileno Pulso, vinculado a la empresa editora del diario La Tercera, da cuenta de la "pelea" comercial a nivel internacional entre los dos finalistas de la Copa América sobre el posicionamiento de su vitivinicultura.

Señala que Chile tiene actualmente un precio promedio de US$30 por caja, mientras que los argentinos logramos cerca de US$36, casi un 20% más. En la industria chilena apuntan a la falta de recursos y apoyo del Gobierno como el principal freno para mejorar el posicionamiento de sus vinos en el mundo.

La periodista María Ignacia Espinosa escribió que "los dos países encabezan el ranking exportador entre las naciones denominadas del Nuevo Mundo, en el cual también figuran Australia, Sudáfrica y, Nueva Zelandia, entre otros. El listado general es liderado por España y Francia. Y mientras el caballito de batalla de los argentinos es únicamente el Malbec, Chile apuesta a una variedad de cepas para llegar al mundo, como el Carmenere, Cabernet Sauvignon, Sauvignon Blanc, Chardonnay, Merlot y Sirah".

El artículo trasandino subraya que "pese al gran equipo que tiene Chile para competir en las grandes ligas del vino en el mundo, los argentinos han logrado posicionar de mejor manera a su producto estrella. De esta manera, Chile es líder en volumen de exportaciones, pero las bodegas allende la cordillera logran un mejor precio promedio".


“Sin duda, Argentina está predominando sobre Chile en el posicionamiento de sus vinos. Para eso basta ver la evolución que ha tenido la presencia no sólo de los vinos en el comercio internacional sino que ver como ese país y sus regiones colocan recursos, además de tener una política muy superior a la que existe en Chile para proyectar a su industria vitivinícola”, reconoce Carlos Cardoen, presidente de Viña Santa Cruz.

“Yo creo que es un poco mito eso de que Argentina le está ganando terreno a Chile porque hay ciertos mercados en que efectivamente le ha ido mejor y en otros le ha ido infinitamente mejor a Chile. Ahora Argentina tiene algunos elementos importantes que lo favorecen mucho, que es la imagen país. Argentina hoy día tiene un desorden político y económico pero eso los afecta a ellos, pero un canadiense o un alemán no tiene idea que está pasando en Argentina y no le importa, en cambio sí queda con Messi, con el tango y con la Evita Perón y con todo lo que ellos tienen, que es mucho”, argumenta Aurelio Montes, presidente de la Viña Montes respecto de los mejores precios que consiguen los argentinos.

Y lo que dice Montes es cierto, Chile ha ganado terreno en las exportaciones durante los últimos años, situándose por encima de países como Australia.

En Brasil, por ejemplo, las exportaciones de vino chileno se dispararon un 90% entre 2008 y 2014, al haber pasado de 18,6 a 35,4 millones de litros. Por su parte, los envíos de vino argentino mostraron una tendencia negativa. En 2008 se habían realizado exportaciones por 14,4 millones de litros mientras que el año pasado cayeron hasta los 13,4 millones. Chile aprovechó la oportunidad, estableciendo un claro dominio en el mercado brasileño donde pasó de dominar del 34% al 50%.

Junto a Brasil, el crecimiento del sector vitivinícola chileno durante el 2014 se explica también por el aumento en la demanda de China, Japón y en menor medida Holanda, Dinamarca e Irlanda.

Sin embargo, Argentina mantuvo su predominio en tres de los mercados más importantes: Estados Unidos, Inglaterra y Canadá, que en total concentran un 55% de la facturación de los argentinos. En Inglaterra, segundo importador a nivel mundial con un 14,64% del mercado, el país vecino aumentó su volumen de exportación en un 15,5% en 2014 con 21,4 millones de litros, concretando una facturación de 19% más que en el mismo periodo del año anterior. Por su parte Chile tuvo una reducción del 18% del valor de las exportaciones nacionales hacia Reino Unido.

En el caso de Estados Unidos, principal importador de vinos del mundo con un 16,33% del mercado, Chile registró una caída de 1,6% de volumen y 3,1% en el valor de los vinos chilenos. Argentina mantuvo su predominio en el gigante americano con un punto por encima de Chile con un 8% del mercado. Según los viñateros argentinos, los norteamericanos prefieren el Malbec porque es una cepa reconocida y demandada, no así el carmenere que según ellos, aún no logra agarrar fuerza.

“Argentina tiene sus cosas buenas a nivel de emocionalidad, porque si las marcas no generan emociones no sirven. La emoción es lo que mueve al consumidor y nosotros hemos sido los tremendos alumnos de la clase pero no somos los que más movemos al consumidor porque somos un país más bien discreto”, reconoce el gerente general de Vinos de Chile, Claudio Cilveti.

No obstante, Chile cuenta con la ventaja de tener Tratados de Libre Comercio vigentes con 65 países, mientras que los viñateros argentinos tienen que lidiar con altos impuestos para poder entrar al mercado internacional. Para Cardoen, lo que se necesitan son recursos y políticas claras de gobiernos que en toda su actividad diplomática y en toda presentación de su imagen incluyan al vino, visión no muy lejana del resto de los empresarios vitícolas que ven en la falta de recursos y apoyo del Gobierno el principal freno para mejorar el posicionamiento del vino chileno en el mundo. “Lo que pasa en Argentina, a diferencia nuestra es que el Gobierno participa fuertemente en todo lo que es imagen. Aquí hace falta un tema bastante más fuerte desde el punto de vista del Gobierno”, comenta Matías Elton, gerente general de Viña Morandé.

Según ProChile, a través del programa de marcas sectoriales, el Gobierno financiaría el 50% de los costos de las actividades de promoción de la industria en el exterior, sin embargo, según Vinos de Chile el 42% de los recursos vendrían por parte del Ejecutivo mientras que el 58% saldrían del bolsillo del gremio que invertiría cerca de US$7 millones anuales en promoción, además de lo que hacen las viñas por su cuenta. “Existen campañas, existe el apoyo del gobierno a través de ProChile, pero no es suficiente para el objetivo de posicionar a Chile en el mundo. Para hacerlo conocido se necesitan más recursos y un mensaje consistente de todas las partes”, sugiere el gerente general de Beth Wines, Wilfred Leigh.

Por lo pronto, Vinos de Chile busca sellar un convenio con la fundación Imagen de Chile para lograr posicionar al vino local en el mundo. 

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