La Zona Núcleo se tiñe de rojizo

La generalizada presencia de yuyo colorado (Amaranthus) en lotes sembrados con soja del sudeste cordobés, sur santafesino y norte bonaerense, motiva una elocuente preocupación entre los productores y técnicos.

La situación fue abordada en un intercambio de experiencias de campo realizada el jueves 13 de enero en el INTA Pergamino, donde el especialista en malezas Gabriel Picapietra puso en consideración los casos de "resistencia a glifosato y a herbicidas inhibidores de la enzima ALS". 

Un panorama de casos de la situación regional expone que "hay individuos que se presentan en estado de floración (posibles escapes)".

Picapietra recomienda "eliminar las plantas manualmente y evitar la diseminación de semillas, prestar atención a la limpieza de maquinarias, vehículos, transporte de animales".

Es importante considerar, como claves de manejo, que "los cultivos invernales logran reducir la emergencia de plántulas y que las labranzas pueden enterrar semillas y acortar su vida media". El técnico del INTA Pergamino también explicó que "el uso correcto de herbicidas, alternarndo mecanismos de acción: cloracetamidas, inhibidores del fotosistema I y II, inhibidores de la PPO, entre otros, favorece las acciones de control".

Capín y gramíneas resistentes a glifosato

En cuanto a capín resistente a glifosato, si el manejo se basa en control químico, Picapietra sugiere "no usar reiteradamente graminicidas inhibidores de la ACCasa; y alternar otros herbicidas".

Considerar que la emergencia comienza en septiembre y puede extenderse hasta enero, siendo más importante hacia fines de octubre. Los cultivos de cobertura logran reducir su incidencia.

En cuanto a las gramíneas resistentes a glifosato, Picapietra recomienda no buscar soluciones únicamente con herbicidas. Es oportuna la planificación de estrategias de manejo en el mediano plazo: rotar cultivos y manejar fechas de siembra de acuerdo al momento de mayor incidencia de la maleza problema.