Producir, pero cuidando el medio ambiente
La investigadora del INTA, Gabriela Posse, dio una charla en CRA sobre monitoreo de gases de efecto invernadero. Presentó desafíos y recomendaciones.
Argentina posee recursos naturales de excelencia que brinda ventajas competitivas a nivel global para la producción. De ahí que se cuente con un techo potencial que posibilite al país convertirse en uno de los líderes en la provisión de alimentos, aplicando tecnología de punta y siendo económica, social y ambientalmente sustentable.
En ese marco, la economía en general y la producción agropecuaria en particular enfrentan cada vez más desafíos en cuestiones de cuidado del medio ambiente. Ante esta situación el rol de las entidades agropecuarias es clave a la hora de promover la producción, cuidando el medio ambiente y la salud de la población.
Por este motivo, según expone la revista de Confederaciones Rurales Argentinas, la entidad invitó a la doctora del Instituto de Clima y Agua del INTA, Gabriela Posse, a dar una charla en la entidad sobre monitoreo de gases de efecto invernadero. La institución considera importante continuar reduciendo el riesgo de deterioro de los recursos naturales e implementar tecnologías de forma tal que la producción agropecuaria esté en armonía con el ambiente y la sociedad.
"Uno de los desafíos más importantes es mejorar la difusión de los avances realizados en el ámbito científico hacia el ámbito no académico, incluyendo el poder Legislativo y el Ejecutivo. Los avances en el conocimiento de esta temática deberían contribuir a la generación de políticas agropecuarias", indicó Posse.
La investigadora, sostuvo además que "deberíamos ser capaces de planificar estudios a largo plazo (que incluyan la variabilidad ambiental y potenciales interacciones) y de aumentar el número de casos estudiados".
La especialista explicó que los gases con efecto invernadero relacionados con las actividades agrícolas-ganadera son el dióxido de carbono (CO2), el óxido nitroso (N2O) y el metano (CH4). "Se estima que su concentración antes de la revolución industrial era de 280 ppm para el CO2, 0.27 ppm para el N2O y 0.7 ppm para el CH4. En la actualidad la concentración en la atmósfera de estos tres gases es 400 ppm, 0.33 ppm y 1.8 ppm respectivamente".
Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), se estima que, globalmente, el sector agropecuario contribuye con un 24% de las emisiones de gases con efecto invernadero.
"Las emisiones de gases de efecto invernadero generadas en la ganadería tienen dos orígenes principales, la fermentación entérica y el manejo del estiércol generado en este tipo de producción", dijo Posse. El sector agrícola "incluye las emisiones directas del uso de fertilizantes sintéticos, los residuos de cosecha y las emisiones directas por excretas animales en sistemas pastoriles". Como emisiones indirectas, Posse describió las que están originadas por la volatilización y lixiviación de los fertilizantes, por la presencia de rastrojo en el suelo y desde las excretas de animales.
De acuerdo con la investigadora, "el Estado se ha comprometido a presentar sus inventarios regularmente y a disminuir sus emisiones en el Acuerdo de Paris (COP 21)". En este sentido, las acciones propuestas apuntan hacia un uso más eficiente de los recursos.
"Para el sector agrícola las propuestas son mejorar y mantener las rotaciones de cultivos, incluyendo algunas leguminosas y pasturas; optimizar el uso de los fertilizantes nitrogenados y usar cultivos de cobertura durante la época de descanso para evitar la lixiviación de los nitratos", explicó. Por otra parte, para el sector ganadero, "se propone aumentar la tasa de destete y aumentar el peso de faena, de modo de reducir las emisiones por unidad de producto".
El rol del INTA
Varios proyectos financiados por el INTA incluyen entre sus objetivos el monitoreo de las emisiones de gases con efecto invernadero y el análisis de opciones que permitan la reducción de esas emisiones. Ya que la información que se maneja a nivel nacional es estimada siguiendo las directivas del IPCC y utilizando los factores de emisión por default, el objetivo es obtener datos de las emisiones reales, medidos en campos productivos o a través de ensayos. Al mismo tiempo se está trabajando en el análisis del impacto de manejos alternativos, de manera de poder evaluar con precisión el efecto de las potenciales acciones para la mitigación.
Se han realizado ensayos para cuantificar el efecto sobre las tasas de emisión de N2O con distintas dosis de fertilizantes nitrogenados, de distintas rotaciones, de la quema de residuos, de la utilización de cultivos de cobertura y de inter cultivos. También el efecto del uso de fertilizantes con inhibidores o de liberación lenta en los que se comparan también las pérdidas de amonio por volatilización. Además, hay algunos resultados sobre el impacto del manejo de las rotaciones sobre el balance de CO2 tranqueras adentro.
Finalmente en cuanto al sector ganadero, se está trabajando en la implementación de las técnicas adecuadas para cuantificar las emisiones de CH4 por fermentación entérica, tanto en pastoreo como en cámaras, de manera de poder evaluar más adelante, el efecto de distintas dietas y aditivos.