ALIMENTOS

Recomendaciones para prevenir enfermedades transmitidas por alimentos en el verano

El Senasa repasa las principales pautas a tener en cuenta en esta época donde el aumento de la temperatura ambiente favorece la proliferación de bacterias.

8 de Febrero de 2024

 Durante la temporada estival, las altas temperaturas favorecen la proliferación de bacterias que pueden generar enfermedades transmitidas por alimentos (ETA). El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) brinda recomendaciones.

Los principales síntomas que generan son trastornos gastrointestinales como dolor abdominal, diarreas, náuseas y vómitos, a veces acompañados de fiebre. También pueden presentarse síntomas neurológicos, ojos hinchados, dificultades renales y visión doble, entre otros.

La duración e intensidad de estos síntomas varía de acuerdo a la cantidad de bacterias o toxinas presentes en el alimento, a la cantidad consumida del alimento y al estado de salud general de la persona.

Algunas de las enfermedades más conocidas son botulismo, brucelosis caprina, salmonella, síndrome urémico hemolítico y triquinosis.

Las siguientes pautas generales para la prevención resultan adecuadas para prevenir estas y otras enfermedades transmitidas por alimentos:

Separar alimentos crudos de cocidos: Usar equipos y utensilios diferentes (cuchillos, tablas de cortar) para manipular alimentos crudos. Conservar alimentos crudos y cocidos en recipientes separados, para evitar la contaminación cruzada.

Conservar los alimentos a temperaturas seguras: No dejar alimentos cocidos a temperatura ambiente por más de 2 horas y enfriar lo más pronto posible los alimentos cocidos y perecederos. No descongelar alimentos a temperatura ambiente.

Cocinar completamente: Especialmente carnes rojas, pollos, pescados y huevos. Hervir sopas y guisos. Para carnes rojas cuidar que no queden partes rojas en su interior y en el caso de los pollos tener en cuenta que la mayor parte de la carne será pálida y solo la sección del hueso será rosada. Recalentar completamente la comida cocinada.

Usar agua y materias primas seguras: Debe ser agua de red o estar potabilizada antes de ser consumida. Lavar las frutas y verduras, especialmente si se van a consumir crudas, y antes de comprar un alimento, controlar que su envase posea la etiqueta rotulada con fecha de vencimiento y número de registro.

Mantener la limpieza: Lavarse las manos con jabón entre 40 y 60 segundos antes y durante la preparación de alimentos, y después de ir al baño. Lavar y desinfectar todas las superficies, equipos y utensilios.

Proteger alimentos y el área de la cocina de insectos, mascotas u otros animales.

En definitiva, para promover un consumo responsable e informado que permita resguardar la salud pública de las personas que ingieren agroalimentos argentinos en todo el mundo las funciones del Senasa cumplen un rol central.


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