25 años después, el Plan Maestro del Salado sigue inconcluso y genera millones en pérdidas
Pablo Ginestet, dirigente de Carbap, reclamó la culminación del Plan Maestro del Río Salado y cuestionó la falta de compromiso político ante las reiteradas inundaciones en la provincia de Buenos Aires.
Pablo Ginestet, dirigente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), dialogó con Chacra Agro Continental y advirtió sobre la situación crítica que atraviesan vastas zonas productivas bonaerenses como consecuencia de la postergación en la ejecución del Plan Maestro del Río Salado. "El informe que sacamos al respecto del estado de las obras del Plan Maestro es una estimación de los costos de los últimos eventos que han ocurrido en los últimos 10 años y es la valoración de las pérdidas que hemos tenido, que es por no haber tenido el Plan Maestro", explicó.
El plan, concebido en 1999 y puesto en marcha en 2003, preveía su finalización en un plazo de entre 10 y 15 años. Sin embargo, más de dos décadas después, solo se ha ejecutado el 50% de las obras. Ginestet detalló: "Hoy han pasado 25 años prácticamente de la puesta en marcha del plan, no solo no está terminado, sino que estamos al 50% de las obras, en una época donde en el 2012 empezamos a tener inundaciones recurrentes cada tres o cuatro años la provincia de Buenos Aires sufre eventos en algún sector de la provincia muy importantes".
Según el dirigente, este año fue particularmente complejo por la magnitud y distribución de las precipitaciones: "Este año fue muy particular porque tuvimos tres eventos muy grandes distribuidos a lo largo de la provincia que comenzó con lo que fue la catástrofe de Bahía Blanca, después en el centro de la provincia y, últimamente en estos días en el norte de la provincia, en la zona de Arrecifes donde vimos todos esos autos atrapados en la ruta y demás por las precipitaciones totalmente excesivas del momento".
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Desde Carbap insisten en la urgencia de avanzar con la obra y dejar de postergarla por cuestiones presupuestarias: "Desde Carbap todo el tiempo estamos reclamando por que se aporte en fondo y se termine esta obra y, es una pelea todos los días con las clases políticas para que le asignen esos fondos, lo que nosotros quisimos es poner de manifiesto el costo de no hacer las obras".
Ginestet remarcó que allí donde el plan fue ejecutado correctamente, el impacto de las lluvias se logró mitigar: "La obra funciona, porque hasta donde está hecha, en condiciones, prácticamente en 20 días, un mes, se normaliza la situación hídrica" y contó: "Hoy lo que estamos viendo es que donde la obra está funcionando, claramente va en ese sentido, y donde no está la obra, obviamente los productores van a quedar inundados hasta bien entrada la primavera".
En ese sentido, advirtió sobre el riesgo de nuevos eventos en zonas ya comprometidas: "Si volvemos a tener otros eventos en esa zona ya colapsada, donde no hay capacidad de recepción de agua, los daños van a ser mucho más grandes".
Ginestet también cuestionó la falta de visión estratégica de la dirigencia política: "Lo lamentable de esto es que la clase política muchas veces no termina de ver la importancia de estas obras, porque son obras que se repagan solas por las pérdidas que se evitan, y la cantidad de impuestos que cobran".
A su vez, remarcó la dimensión federal del problema: "Es una obra que abarca otras provincias, porque parte del agua del sur de Santa Fe, sur de Córdoba viene para esta cuenca, parte del agua de San Luis, pasa el ríoV, pasa por La Pampa, entre la provincia de Buenos Aires. Es agua bien federal, una cuenca que claramente Nación también tiene que hacer su aporte de financiamiento".
Según estimaciones de Carbap, hoy hay más de dos millones de hectáreas con serios problemas de anegamiento, especialmente en el norte y centro oeste de Buenos Aires. "Situación muy diferente es desde la ruta hacia la izquierda, hacia el norte de la provincia, lo que es la zona parte de Bolívar, Henderson, Carlos Casares, 9 de Julio, Bragado, Chacabuco, toda esa zona donde el agua queda encajonada porque no hay obras".
Respecto al financiamiento, Ginestet señaló que el plan recibió apoyo de organismos internacionales, pero los fondos se aplicaron solo a tramos parciales: "El Banco Mundial, el BID y demás han ido aportando fondos para la obra, lo que pasa que va tramo a tramo eso. La obra tiene financiación tanto del Estado provincial y nacional como también había financiación de créditos internacionales".
Además, recordó que la Argentina contaba con un mecanismo de financiamiento específico para obras hídricas, que fue desviado hacia otros fines: "Se creó un impuesto para financiar este tipo de obras a fines de los 2000, que es una tasa, cuando los autos de gas natural cargan gas en las estaciones de servicio, ahí pagan un impuesto que es para un fondo hídrico que era para hacer básicamente este tipo de obras como la del Salado" y contó que "en el 2006, nuestros legisladores cambiaron la ley y le agregaron una palabra: saneamiento; dentro de ese saneamiento se usó para distribuir básicamente para el conurbano".
Por último, advirtió sobre el estancamiento actual del proyecto: "Están licitando lo que es el tramo 5 del plan Salado, que es de Bragado a Roque Pérez, en la que se espera que otra vez haya algún aporte de organismos internacionales" y agregó que "hay un tramo que quedó al medio, el 4-2, que está cerca de Roque Pérez, que es el que más estamos reclamando". Es importante destacar que ese tenía financiamiento asignado por la Nación pero con el cambio de gobierno se suspendieron los pagos. "Quedó un tramo al medio del río sin poder finalizar, es una de las cuestiones que más estamos reclamando, que se termine porque en esa zona quedó un embudo", señaló Ginestet.
El dirigente de Carbap concluyó señalando que los productores siguen enfrentando las consecuencias de una infraestructura inconclusa, mientras el tiempo y el agua no esperan.