El mes de agosto de 2025 se despide dejando cifras récord de precipitaciones en varias provincias del centro del país. Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires fueron algunas de las zonas más afectadas por acumulados que superaron ampliamente los valores históricos, especialmente en la segunda mitad del mes. Estos registros colocan a agosto como uno de los meses más lluviosos jamás observados en la región. El meteorólogo Leonardo De Benedictis de Meteored nos cuenta como se presentará el clima durante septiembre.

Lejos de tratarse de un episodio aislado, el invierno en su conjunto mostró un comportamiento marcado por excesos hídricos en buena parte de la franja central. Los eventos de lluvia fueron frecuentes e intensos, lo que terminó generando complicaciones tanto en el desarrollo de actividades agrícolas como en el estado de los suelos.

Sin embargo, la situación no fue uniforme en todo el territorio. Mientras que Córdoba y Santa Fe sufrieron excesos de agua, en La Pampa y sectores de San Luis la falta de precipitaciones se mantuvo como un factor crítico. Esta heterogeneidad climática dejó en evidencia la complejidad del panorama hídrico nacional, con realidades contrastantes en cortas distancias.

Septiembre: una tendencia hacia la normalización

De cara al inicio de septiembre, los modelos climáticos muestran un escenario de cierta estabilización en las precipitaciones. En gran parte del centro y noreste del país se espera que los valores se acerquen a los promedios habituales, lo que podría otorgar un respiro tras un agosto sumamente cargado de lluvias.

No obstante, el noreste argentino, especialmente Formosa y Chaco, podría experimentar lluvias superiores a lo normal. El modelo del Centro Europeo de Pronóstico a Mediano Plazo (ECMWF, por sus siglas en inglés) indica que esa región mantendría un núcleo de precipitaciones por encima de los promedios, lo que, para esa zona en particular, podría mejorar problemas de déficit hídrico que presenta.

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Para el resto del país, la tendencia es más estable, con acumulados dentro de los rangos medios, lo que representaría una mejora relativa frente a lo sucedido durante el invierno. Este escenario genera expectativa en el sector agropecuario, que necesita un marco climático más equilibrado para el inicio de la primavera.

Un anticipo de la primavera: temperaturas en ascenso

Más allá de las lluvias, las temperaturas se perfilan como el rasgo más destacado de septiembre. Según los pronósticos internacionales, prácticamente todo el país presentará registros por encima de los valores normales, con un comportamiento homogéneo de norte a sur.

Este aumento térmico no generaría grandes inconvenientes en el corto plazo, ya que septiembre aún se caracteriza por temperaturas moderadas. Sin embargo, el dato no es menor: estas condiciones sugieren que la primavera podría desarrollarse con episodios de calor más frecuentes e intensos que lo habitual.

Incluso, hacia los meses siguientes podrían presentarse las primeras olas de calor de la temporada, marcando una primavera 2025 con características térmicas relevantes. Para el sector agrícola, este escenario refuerza la necesidad de un seguimiento cercano de las condiciones meteorológicas, dado que los contrastes entre lluvias y temperaturas pueden impactar directamente en los cultivos.