La semana comenzó con una marcada irrupción de aire polar en gran parte del territorio argentino. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió alertas de nivel amarillo y naranja por frío extremo para varias provincias del centro y sur del país, mientras que también se registran nevadas en zonas cordilleranas y fuertes heladas matinales.

Las provincias más afectadas son Buenos Aires, La Pampa, Córdoba, San Luis, Mendoza, San Juan, Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego. En muchos de estos distritos las temperaturas mínimas se mantendrán por debajo de los 0°C durante varios días consecutivos, generando condiciones de riesgo para la salud, especialmente en personas mayores, niños y sectores vulnerables.

En la región pampeana, las heladas ya comenzaron a sentirse con intensidad. En ciudades como Santa Rosa, Bahía Blanca y Junín, las mínimas cayeron por debajo de los -3°C. Para los próximos días se espera que el frío se intensifique y alcance también al Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), con temperaturas cercanas a 0°C por la mañana y máximas que no superarían los 10°C.

El fenómeno está asociado a una masa de aire de origen polar que avanza desde la Patagonia y alcanza incluso el norte del país. En provincias como Salta, Jujuy y Tucumán, si bien no se esperan valores bajo cero, sí habrá un descenso abrupto de las temperaturas, con mínimas cercanas a los 2°C o 3°C y máximas apenas por encima de los 10°C.

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El frío polar también genera preocupación en el sector agropecuario. Las heladas pueden dañar cultivos de invierno en estados sensibles, como trigo, cebada o arveja, especialmente si las temperaturas se mantienen muy bajas durante la madrugada. En zonas hortícolas del cinturón verde bonaerense y del noreste argentino, los productores ya aplican coberturas o riego por aspersión para mitigar el impacto en hojas y frutos.

En la ganadería, el frío extremo puede afectar la condición corporal del rodeo, en especial en vacas preñadas o recién paridas, así como en terneros jóvenes. Las bajas temperaturas exigen una mayor provisión de energía en la dieta para mantener la temperatura corporal. También hay mayor riesgo de enfermedades respiratorias en los animales si no se cuenta con refugios adecuados.

Las heladas intensas afectan además a los apiarios: con temperaturas bajo cero, las abejas reducen drásticamente su actividad y se hace inviable la recolección de néctar, lo que puede comprometer la productividad de la temporada en zonas afectadas por el frío prolongado.

El SMN recomienda a los productores estar atentos a los pronósticos actualizados y tomar medidas de resguardo en animales, infraestructura e insumos sensibles al frío.

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