El sector agrícola argentino concluye el año con un balance positivo, marcado por la estabilidad de los precios de los granos, avances productivos significativos y una mejora generalizada en el poder de compra del productor frente a los insumos. A su vez, los datos de diciembre permiten dimensionar con mayor precisión cómo llega la agricultura al cierre del ciclo.

En soja, el precio pizarra mostró una variación mensual positiva del 0,2%, cerrando el año en torno a los 319,3 dólares por tonelada para la posición mayo 2026. La estabilidad del mercado respondió a elevadas estimaciones de producción y stocks globales, junto con buenas condiciones de cultivo en Argentina y Brasil. En términos productivos, la siembra avanzó sobre más del 50% del área nacional, mientras que la soja de segunda alcanzó un progreso del 25%, con un estado general del cultivo calificado como muy bueno.

Cada cultivo, un desempeño diferente

En cuanto al maíz, mostró un desempeño más dinámico en el tramo final del año, con un precio pizarra que registró una suba mensual del 5,5%, superando los 180 dólares por tonelada, lo que implicó un incremento superior a 10 dólares en apenas 30 días. En el plano productivo, la siembra con destino a grano alcanzó el 59,2% del área nacional, con un muy buen estado general del cultivo y una producción proyectada que se ubica en 58 millones de toneladas, consolidando al cereal como uno de los pilares de la campaña agrícola.

Por su parte, el girasol se destacó como uno de los cultivos más sobresalientes del año agrícola, ya que en la campaña 2024/25 alcanzó una producción de 5,5 millones de toneladas, lo que representa un salto interanual del 41% y el mayor volumen desde la campaña 1999/00. A nivel de estado del cultivo, el 80,2% del área presenta condiciones de humedad adecuada u óptima y el 100% mantiene una condición normal a excelente. En cuanto a precios, el girasol pizarra osciló entre 344 y 347 dólares por tonelada en los últimos 30 días, con una variación mensual del 0,2%.

El sorgo cerró el año con señales mixtas pero con una mejora de precios hacia diciembre, ya que el precio pizarra mostró una suba mensual del 9%, con operaciones que alcanzaron los USD 173 por tonelada, unos USD 14 por encima del promedio de noviembre. En cuanto a la producción, se estima que rondará en 3 millones de toneladas, un 3% menos que la campaña previa, en un contexto de reducción del área sembrada del 10%. 

Un dato clave: las relaciones insumo-producto

En soja, para comprar gasoil se necesitaron 3 kg de grano por litro, es decir 1,5 kg menos que un año atrás y 0,8 kg menos que el promedio de 2025. Para afrontar un flete de 300 km se requirieron 23,9 kg menos de soja que en noviembre de 2024. En maquinaria, se necesitaron 402 toneladas menos que un año atrás, mientras que la relación con la pick-up se ubicó en 103,9 toneladas, el valor más bajo de los últimos 12 meses.

En maíz, el poder de compra frente al gasoil mejoró un 25% interanual, con una relación de 5,5 kg por litro, y frente al flete se requirieron 17,2 kg menos de grano que un año atrás. En el caso de la cosechadora, la relación cayó a 2.284 toneladas por unidad, el nivel más bajo desde noviembre de 2023, reflejando una mejora sustancial en términos de costos relativos.

El balance numérico de fin de año confirma que la agricultura argentina llega al cierre de 2025 con precios mayormente estables, mejoras concretas en los costos relativos y volúmenes productivos que sostienen expectativas positivas. Si bien el contexto internacional y climático seguirá siendo determinante, los datos muestran que el sector logró recomponer parcialmente sus márgenes y se presenta frente a la próxima campaña con una base productiva más sólida y ordenada.