China pierde impulso y el buen clima presiona a los mercados agrícolas sudamericanos
El escenario internacional muestra señales adversas con un mercado con baja demanda y buenas perspectivas productivas en Sudamérica. Una combinación que redefine el rumbo de los precios de soja, maíz y trigo al cierre del año
El mercado agrícola internacional atraviesa un momento de reacomodamiento, marcado por la pérdida de dinamismo de China como principal factor de sostén de los precios y por un contexto climático favorable en Sudamérica. Así lo señala el último informe elaborado por el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.
Según el análisis, el entusiasmo que semanas atrás generaban las compras chinas de soja estadounidense comenzó a diluirse. Si bien las operaciones continúan, existen dudas sobre si el gigante asiático logrará alcanzar las 12 millones de toneladas comprometidas para fines de febrero, especialmente porque parte de esos embarques coincidirían con la entrada de la cosecha brasileña al mercado.
El impacto sobre Sudamérica
La expectativa de una producción abundante en la región, con estimaciones privadas que vuelven a mencionar volúmenes cercanos a los 180 millones de toneladas de soja, genera dudas en el mercado. En Argentina, las lluvias en el norte impulsaron la siembra, mientras que en el centro y sur persisten pronósticos más secos, aunque los cultivos muestran, por ahora, muy buenas condiciones.
En el caso del maíz, el informe destaca que las compras de Estados Unidos mantienen un ritmo sólido, lo que ha permitido que los precios resistan pese a una producción elevada. A nivel local, la importante implantación de maíz temprano, acompañada por lluvias oportunas, abre la puerta a una cosecha que podría rondar las 30 millones de toneladas, un factor que limitaría eventuales subas externas.
Para los planteos tardíos, las mejoras en las precipitaciones en el norte del país resultan clave. De sostenerse esta tendencia, el informe señala que la producción total de maíz podría acercarse a las 60 millones de toneladas, consolidando un escenario de abundante oferta.
El trigo también enfrenta un contexto desafiante, ya que Rusia definió una cuota de exportación elevada, duplicando la del año pasado, lo que refuerza la presión en un mercado ya sobreabastecido. En Argentina, si bien la cosecha avanza con rindes superiores al promedio histórico, la baja calidad, especialmente en términos de proteína, genera descuentos en el precio recibido por el productor.
Sin embargo, la mejora en los rendimientos permite compensar parte de esos descuentos y da sustento a los valores actuales. Los cuales comienzan a despertar interés vendedor a medida que avanza la recolección hacia el sur del país.
El informe plantea un arranque de año con abundante oferta, clima mayormente favorable y una demanda internacional que pierde algo de protagonismo, especialmente desde China. Para los productores argentinos, el desafío pasa por gestionar comercialmente este contexto, aprovechando oportunidades de precios puntuales y siguiendo de cerca la evolución climática y la demanda global en un mercado que, por ahora, muestra señales de cautela.

