En un contexto de clima cada vez más desafiante, la producción de trigo argentino suma un nuevo aliado digital. Se trata de CRONOGEN Trigo, un software creado por la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) y el INTA que permite anticipar con alto grado de exactitud las etapas más sensibles del cultivo y ajustar la fecha de siembra para que no coincidan con heladas tardías ni calores extremos que derrumban los rendimientos. 

"Para un productor agropecuario, el objetivo principal es lograr los mayores rindes. Para que esto ocurra, es clave que todo vaya bien durante una etapa llamada período crítico", aseguró Daniel Miralles, docente de Cerealicultura en la FAUBA. En el caso del trigo, ese intervalo coincide con la espigazón y la floración, justamente las fases más vulnerables a los extremos de temperatura. 

CRONOGEN Trigo viene a acotar la incertidumbre durante este periodo, ya que con solo ingresar el cultivar elegido, la localidad y una fecha de siembra, el sistema predice las fechas de espigazón y floración con un error de apenas 3 a 4 días, mejorando en un 50% la precisión de los modelos anteriores. 

Esto significa que el productor puede variar la fecha de siembra y simular distintos escenarios hasta ubicar el período crítico en semanas del año donde el riesgo de heladas o calores extremos sea menor. Así, puede planificar con datos certeros para que el cultivo atraviese su etapa decisiva en condiciones mucho más favorables y se acerque a los rendimientos que busca. 

El origen de CRONOGEN Trigo 

Es una evolución de los modelos CRONOS, desarrollados en 2007 para describir el ciclo de los cultivos y sus distintas variedades. La novedad es que ahora se incorporó información genética de trigo y 35 años de historia climática en más de 260 localidades, lo que le da al modelo una base de datos adaptada a una amplia diversidad de ambientes. 

Otro punto clave es que se trata de una herramienta libre y gratuita para productores de la Argentina y de otros países sudamericanos. Según detalla el equipo desarrollador, todos los modelos CRONOS ya suman más de 50.000 usuarios registrados, una cifra que refleja el interés creciente del sector por soluciones tecnológicas capaces de traducir datos climáticos y genéticos en decisiones agronómicas concretas. 

Con este software también apuntan al mejoramiento genético. Miralles destaca que: "Pueden acelerar mucho la creación de nuevas variedades, reduciendo un proceso que demora 10 años a apenas unos meses". 

Al mismo tiempo, baja notablemente los costos, ya que localizar un gen de interés en una variedad podría costar cientos de dólares luego de años de ensayos en numerosas parcelas. Ahora, el modelo ayuda a seleccionar combinaciones genéticas ideales con muchas menos pruebas a campo, recortando los gastos a una fracción de ese valor. 

Ese ahorro de tiempo y dinero se traduce en una ventaja competitiva para toda la cadena triguera, actuando como un puente entre los laboratorios de genética y cada campo de trigo. Cuanto más rápido puedan generarse variedades adaptadas a entornos cambiantes, con ciclos bien ajustados a cada región, más herramientas tendrán los productores para enfrentar campañas con alta variabilidad climática. 

En el corto plazo, CRONOGEN Trigo se expandirá a otros países de la región como Chile, Uruguay y Paraguay, y sus desarrolladores trabajan en versiones adaptadas para Estados Unidos y Europa. Este desarrollo originado en la articulación FAUBA-INTA se perfila para competir en ligas mayores y posicionar a la ciencia argentina en la primera línea de las tecnologías digitales aplicadas al trigo. 

El próximo paso es avanzar en la predicción del contenido de proteína en el grano, una variable que viene registrando caídas en muchos cultivos y que resulta clave para la calidad industrial y panadera. El objetivo es acompañar a los productores con tecnologías que respondan a los nuevos retos que enfrenta el mundo, desde el cambio climático hasta las exigencias de los mercados en materia de calidad. 

CRONOGEN Trigo abre una verdadera "ventana al futuro" para la producción triguera argentina, transforma el clima de una amenaza a un insumo más en la toma de decisiones. Al combinar genética, meteorología histórica y modelos informáticos en una app gratuita y de fácil acceso, el trigo deja de "jugar a la ruleta" con las heladas y los calores extremos, y empieza a apoyarse en ciencia local de alta calidad.