Hoy, la fertilización del maíz va más allá de la elección de los nutrientes y las dosis a aplicar. También se pondera qué tecnologías permiten un uso más eficiente de los recursos, lo que a su vez contribuye a potenciar la productividad.

En este contexto, el manejo del nitrógeno adquiere un rol central en el rendimiento y en el resultado del sistema productivo. Así lo señalan desde la empresa Yara, donde destacan que, al momento de definir la fuente a utilizar, no todas las formas de nitrógeno se comportan de igual manera en el suelo ni ofrecen el mismo nivel de aprovechamiento por parte del cultivo.

En ese sentido, la compañía propone los fertilizantes YaraBela NITRODOBLE y YaraBela SULFAN como alternativas a las tradicionales fuentes ureicas o amoniacales. Estos productos presentan el nitrógeno en forma de nitrato y amonio, dos variantes que, según explican, se complementan para lograr una mayor absorción por parte del cultivo.

Como resultado de esta tecnología, desde la empresa indican mejoras en la eficiencia de uso del nitrógeno (EUN), un indicador que mide la cantidad de kilos de maíz obtenidos por cada kilo de nutriente aplicado. En particular, proyectan incrementos promedio del 70% en la EUN al utilizar fertilizantes basados en nitratos. Al respecto, señalan que los nitratos son la forma de nitrógeno mayormente absorbida por el cultivo, se encuentran rápidamente disponibles y, además, favorecen la absorción de otros nutrientes como calcio, magnesio y potasio.

En cuanto a las pérdidas del nutriente, destacan que estas se verían prácticamente eliminadas, especialmente las asociadas a la volatilización de amoníaco, un proceso que en fuentes ureicas puede representar pérdidas de hasta el 50% del nitrógeno aplicado.

Más allá de la eficiencia agronómica, otro aspecto que subrayan es la capacidad operativa de estas fuentes. "Su alto peso específico permite una distribución más uniforme en el suelo, lo que se traduce en cultivos más parejos, un mayor número de hectáreas aplicadas por día y una reducción en el consumo de combustible".

Asimismo, destacan la trazabilidad y sustentabilidad de los productos. Yara produce fertilizantes nitrogenados con el sello Low Carbon Fertilizer, resultado de una innovación tecnológica propia que permite reducir las emisiones de gases de efecto invernadero durante el proceso de fabricación y disminuir la huella ambiental.

"Se trata de una estrategia que combina eficiencia, calidad y sustentabilidad, alineada con los desafíos de una agricultura cada vez más precisa y con mejores resultados", concluyen desde la empresa.