Europa aumentó 260% su demanda de yerba mate
El viejo continente se consolida como un mercado cada vez más atractivo para la yerba mate.
En un contexto de récords históricos para la yerba mate, las exportaciones continúan mostrando una dinámica de fuerte crecimiento. Según datos del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), entre enero y octubre de este año los envíos al exterior totalizaron 48,6 millones de kilos, lo que representa un incremento del 31,6% respecto del mismo período del año anterior. La cifra no solo marca un máximo histórico, sino que ya supera ampliamente los 43,8 millones de kilos exportados durante todo 2024
En este escenario, y tras analizar los principales mercados de destino, con Siria como comprador preponderante, desde el INYM destacan el potencial de la Unión Europea, donde las exportaciones vienen registrando un crecimiento exponencial.
Europa en foco
Según cifras del Instituto, en menos de dos décadas las importaciones europeas de yerba mate desde Argentina y Brasil pasaron de 2.500 toneladas (U$S 3,5 millones) a unas 9.000 toneladas (U$S 31 millones). En este contexto, España aparece como el principal destino europeo del producto, con una marcada preponderancia de la yerba mate argentina frente a la de otros orígenes.
De acuerdo con los especialistas, España concentra alrededor del 50% de las ventas de yerba mate en su formato tradicional, seguida por Alemania y, en un segundo plano, por Francia, Italia y Polonia.
"España cuenta con una amplia colectividad sudamericana y una fuerte cultura de infusiones, además de un acceso fluido al canal latino y una creciente presencia en los segmentos bio, salud y plataformas como Amazon. Alemania, en tanto, pone el foco en tiendas bio y en la experimentación con nuevos superfoods, mientras que Francia e Italia muestran un crecimiento más gradual a través del canal latino, gourmet y el comercio electrónico", detallaron.
Desde el Instituto describen al mercado europeo como uno en expansión, donde Europa occidental concentra la mayor parte de la innovación y la premiumización. Asimismo, advierten que los productos argentinos cuentan con un alto margen y una percepción de calidad positiva, al posicionarse en segmentos como bio, gourmet y health. En este sentido, señalan oportunidades de posicionamiento estratégico a partir de conceptos altamente valorados en la Unión Europea, como clean energy (producción de bajo impacto ambiental), plant-based, sustentabilidad, ritual auténtico y herencia cultural.
En línea con este escenario, el INYM destacó que el tamaño de la "industria de las bebidas y no bebidas" cerraría este año en torno a los U$S 712 millones, con una proyección de U$S 1.200 millones hacia 2035, indicando que en estos segmentos el producto podría encontrar nichos de interés.
En particular, afirman que el sector enfrenta el desafío de desarrollar nuevas presentaciones, como bebidas listas para beber (RTD, por sus siglas en inglés), bebidas energéticas, infusiones tipo mate tea, similares al mate cocido, o formatos solubles para la elaboración de "mate instantáneo".
En el rubro de las "no bebidas", en tanto, el alto contenido de polifenoles antioxidantes y otras propiedades benéficas para la salud abren un abanico de posibilidades. Entre ellas, se destacan aplicaciones en cosmética, cápsulas nutricionales y suplementos herbales, entre otros usos.
Los desafíos del mercado europeo
Si bien el Viejo Continente abre oportunidades, también plantea condicionantes, especialmente en relación con el formato de los productos y la necesidad de identificar con claridad los distintos segmentos de consumidores. Así lo indican, al señalar que la clave para lograr una llegada efectiva es adaptar el packaging y el mensaje.
"La tendencia apunta a un packaging de impronta ‘natural' y conectado con el entorno local, con colores tierra, verdes y kraft (cartón natural, papel reciclado), e ilustraciones simples que remitan a la naturaleza, paisajes locales o símbolos ecológicos como hojas y árboles. En contrapartida, se recomienda evitar colores fuertes y saturados, como rojo, amarillo o azul brillante, y el ‘look sudamericano tradicional' recargado", explicaron.

