"Frutillas Peritenses": el proyecto que crece, suma tecnología y consolida su tercera temporada
Con más de 95.000 plantas instaladas y nuevas tecnologías, la iniciativa ingresa a su tercera temporada con expansión y mayor impacto territorial.
El proyecto "Frutillas Peritenses", impulsado desde 2022 por el INTA, el Consejo Agrario Provincial y Minera Santa Cruz, avanza firme en Perito Moreno y demuestra que es posible producir frutilla de manera eficiente en el clima del noroeste santacruceño. Gracias a la incorporación de riego por goteo, mulching, mallas cortaviento y una máquina alomadora multifunción, el esquema logró mejorar la productividad, optimizar el uso del agua y facilitar el manejo del cultivo.
Desde su puesta en marcha, la iniciativa instaló más de 95.000 plantas distribuidas en 23 parcelas del valle, la costa y la estepa, alcanzando más de 23.000 kilos de fruta fresca en dos temporadas. En la campaña 2025-2026, el proyecto suma microtúneles y 700 metros de malla cortaviento para ampliar la superficie productiva y mejorar la eficiencia, con el objetivo de abastecer al mercado local y regional y consolidarse como una alternativa sostenible para las familias productoras.
El responsable del proyecto, Ing. Julio Mora (INTA Perito Moreno), destacó la importancia de la distribución territorial: "Trabajamos en parcelas pequeñas, pero con gran impacto, porque ofrecen oportunidades a productores con baja disponibilidad de tierra". Las 23 experiencias se distribuyen en el valle de Perito Moreno, la costa del lago Buenos Aires y la estepa del norte del lago, permitiendo evaluar el comportamiento del cultivo en distintos ambientes y orientar futuras ampliaciones.
Mora explicó que este enfoque también plantea decisiones estratégicas: "Debemos definir dónde escalar, dónde mantener y dónde reorganizar. Para crecer, necesitamos sumar actores dispuestos a invertir y aumentar superficies".
El proyecto generó una dinámica positiva para incorporar tecnología. Una parcela institucional en la chacra municipal se sumó como espacio demostrativo y de capacitación. "La municipalidad aporta logística, maquinaria y visibilidad, posicionando la frutilla como una actividad viable, en crecimiento y generadora de trabajo", señaló Mora.
El técnico recordó que la iniciativa nació de una propuesta del INTA, que luego sumó al Consejo Agrario Provincial y a Minera Santa Cruz, esta última a través de su programa de responsabilidad social empresarial. "Cada institución asumió responsabilidades: el Consejo administra la maquinaria, Minera financia equipos e insumos y el INTA garantiza seguimiento y asesoramiento técnico", describió.
Avances tecnológicos y mayor eficiencia
Gracias a la articulación institucional, hoy el proyecto cuenta con más de 700 metros de malla cortaviento instalados y seis experiencias con microtúneles, tecnología que ya muestra mejoras en productividad, calidad y adelanto del ciclo. Los sistemas de riego por goteo, cabezal Venturi, fertirriego, mulching plástico y maquinaria específica permitieron mejorar la eficiencia hídrica, el manejo del suelo y la protección frente al viento y las bajas temperaturas.
Los próximos desafíos incluyen dar mayor visibilidad al proyecto, sumar nuevos actores productivos e incorporar más instituciones o empresas que acompañen en la ampliación de superficies, la mejora de canales comerciales y el fortalecimiento de los planes de negocio.
Mora agradeció al Consejo Agrario Provincial, a Minera Santa Cruz, al municipio y al equipo del INTA -incluyendo la experiencia "Frutillas del Viento" en Esquel- por el trabajo articulado. Recordó que el proyecto nació buscando alternativas productivas sostenibles para el noroeste santacruceño y que ya demuestra resultados concretos.
Finalmente, el especialista destacó que, más allá del cultivo, lo central es la estrategia territorial: "El proyecto de frutilla es una excusa valiosa. Lo más importante es la metodología de trabajo que articula capacidades y recursos para las familias productoras, fortaleciendo el desarrollo local y la calidad de vida en el ámbito rural".
Esta línea de trabajo forma parte de los Proyectos Regionales Valles y Periurbano de INTA EEA Santa Cruz, junto al Consejo Agrario Provincial y Minera Santa Cruz, quienes sostienen la consolidación del modelo productivo iniciado en 2022.

