De acuerdo con los datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, la molienda de girasol alcanzó las 448.259 toneladas, lo que representa un crecimiento interanual del 34% respecto al mismo mes del año pasado. Se trata de uno de los mejores registros recientes para la industria nacional.

El volumen procesado no solo superó ampliamente el desempeño de 2024, sino que también se ubicó un 138% por encima del promedio de octubre de los últimos diez años, consolidando una expansión sostenida dentro del complejo oleaginoso. 

El repunte productivo vino acompañado por un fuerte dinamismo exportador. En este sentido, durante octubre, el complejo girasolero despachó 243.084 toneladas, por un valor de US$ 156,9 millones. Esto implicó un crecimiento interanual del 33% en volumen y del 35% en monto, impulsado principalmente por el aumento de los envíos de semillas y aceite. 

Los principales destinos de exportación fueron Países Bajos, India, Chile, Uruguay, Omán, Paraguay, Estados Unidos, México, Brasil y Colombia, mercados que en conjunto concentraron más del 38% del total enviado al exterior. La diversificación geográfica de los compradores continúa siendo un punto a favor para el sector. 

La combinación de mayor molienda y aumento en las exportaciones marca un cierre de año favorable para la industria. Y presenta un desempeño que reafirma la competitividad del girasol argentino en el escenario internacional, con una inserción que se expande tanto en mercados tradicionales como emergentes. 

Según la información oficial, la cadena de valor del girasol continúa fortaleciendo su presencia global en un contexto donde, aseguran, la simplificación de normas, la reducción de impuestos y la apertura comercial contribuyen a mejorar las condiciones de trabajo para productores, industrias y exportadores.