Investigan a cinco laboratorios por la posible fuga del virus de la peste porcina
Corea del Sur y Filipinas suspendieron importaciones mientras Europa investiga el origen del virus detectado en jabalíes en Barcelona
El hallazgo de un foco de Peste Porcina Africana (PPA) en jabalíes del Parque Natural de Collserola, en Barcelona, derivó en una investigación oficial sin precedentes en España, que ahora analiza si el virus pudo haberse escapado de un laboratorio donde se realizan trabajos experimentales con la enfermedad. La situación, revelada tras la identificación de 13 jabalíes infectados, ya generó alerta sanitaria y consecuencias comerciales inmediatas.
El Ministerio de Agricultura español abrió una investigación formal luego de que un laboratorio de referencia de la Unión Europea determinara que la cepa detectada presenta una gran similitud genética con la variante "Georgia 2007", ampliamente utilizada en trabajos de bioseguridad en centros de investigación. Esta coincidencia, distinta a los linajes que circulan actualmente en Europa, alimenta la hipótesis de un posible accidente de bioseguridad, aunque las autoridades remarcaron que por ahora no existe una confirmación concluyente.
En paralelo, la Generalitat de Cataluña ordenó auditorías internas al IRTA-CReSA y a otros centros que manipulan virus de PPA, mientras que la investigación abarca un radio de hasta cinco laboratorios en la región. Las autoridades no descartan otras vías, como residuos contaminados, pero admiten que la naturaleza del genoma encontrado obliga a revisar los protocolos científicos.
Primeras consecuencias en el comercio internacional
Más allá del resultado final de la investigación, el brote ya tiene efectos fuera de España. Según confirmaron autoridades catalanas, Corea del Sur -uno de los principales compradores de carne porcina española- suspendió temporalmente las importaciones, a la espera de evaluaciones sanitarias adicionales. También Filipinas aplicó una medida preventiva similar bajo el protocolo de riesgo para PPA.
Ambos países suelen reaccionar de forma automática ante la detección de PPA, aun cuando los casos se den exclusivamente en fauna silvestre, como ocurrió en este episodio. La Generalitat remarcó que el foco permanece "contenido" y que las explotaciones porcinas de la zona no reportaron infecciones, pero reconoció que la suspensión genera preocupación en el sector exportador.
Fuentes oficiales explicaron que España solicitará una revisión técnica inmediata para demostrar que el brote está acotado y que no proviene de criaderos comerciales. La industria confía en que la medida sea revertida en los próximos días, aunque advierte sobre el impacto económico si terceros países replican las restricciones.
Un brote que reaviva el debate sobre seguridad en laboratorios
El caso también reabrió el debate sobre los niveles de bioseguridad en centros que investigan enfermedades animales de alto impacto. El Govern catalán evitó descartar la hipótesis de fuga y aseguró que las auditorías serán "exhaustivas", mientras que el Ministerio de Agricultura pidió prudencia hasta contar con resultados firmes.
Aunque la PPA no afecta a los humanos, sí es altamente letal para cerdos domésticos y jabalíes, y constituye una de las amenazas sanitarias más serias para la industria porcina global.
Por ahora, las autoridades mantienen el foco bajo control y continúan la investigación para determinar el origen del virus. El sector cárnico español sigue de cerca cada paso, atento al impacto sanitario, económico y político de un episodio que ya traspasó las fronteras del país.

