La agroindustria argentina atraviesa un proceso de cambio profundo. Tal como revela el informe elaborado por FADA (Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina) junto con la Asociación Civil Las Chicas del Agro, el empleo femenino alcanzó un récord histórico: hoy supera los 1,2 millones de trabajadoras y representa el 25% del total del empleo agroindustrial, que supera los 4,2 millones de personas .

Este avance implica la incorporación de más de 200 mil mujeres en los últimos cinco años, un crecimiento sostenido que se afianza en todas las regiones del país. "La tendencia es irrefutable... la fuerza del agro también viene de ellas", destaca Antonella Semadeni, economista de FADA, al presentar los resultados.

La agroindustria, un motor federal y diverso

A diferencia de otras actividades productivas concentradas en áreas metropolitanas, la agroindustria es esencialmente federal. Está presente en grandes ciudades, en pequeñas localidades y en zonas rurales donde genera oportunidades laborales de alto impacto. Esta distribución territorial vuelve al avance femenino aún más significativo: impulsa empleo calificado en todo el país, en cadenas que van desde la producción primaria hasta la industria, los servicios y el comercio.

La participación femenina es especialmente fuerte en los sectores de servicios (43%) y comercio (41%), rubros donde las nuevas habilidades tecnológicas, la gestión y la capacitación tienen un peso creciente. En cambio, ramas como la producción primaria, insumos y logística muestran menor presencia -entre 14% y 17%- debido a su histórica asociación con tareas físicamente demandantes.

Tecnología y nuevos roles: la puerta de entrada

La digitalización acelerada del agro aparece como uno de los motores clave de este nuevo escenario. El informe subraya que la automatización y las nuevas herramientas tecnológicas están eliminando barreras tradicionales, permitiendo que más mujeres accedan a roles operativos y técnicos de alto nivel: manejo de tractores y sembradoras de última generación, operación de drones, conducción de maquinaria de precisión, gestión inteligente de la logística o supervisión de procesos industriales.

Este dinamismo se refleja con más fuerza en las nuevas generaciones: la mayor tasa de crecimiento de empleo femenino se da entre las menores de 30 años, un dato que proyecta un futuro laboral más equilibrado y diverso.

Un modelo productivo que también transforma lo social

El informe presentado por FADA y Las Chicas del Agro sostiene que la agroindustria no solo produce alimentos y exportaciones: está construyendo un modelo laboral más equitativo, donde la innovación, la eficiencia y la competitividad se potencian con equipos diversos.

Las 1,2 millones de trabajadoras -tal como grafican las autoras- equivalen a llenar 193 veces el Estadio Mundialista Luciana Aymar de Rosario, una imagen que resume la magnitud del cambio.