Tras años de caída, las importaciones Chinas de lácteos vuelven a crecer y reconfiguran el mercado mundial
Después de varios años de bajas, China registra un aumento en sus compras de productos lácteos en 2025 que podría influir en precios y demanda global. Qué implicancias tiene para los exportadores, incluido Argentina
China, el principal importador mundial de productos lácteos, muestra señales de recuperación en sus compras internacionales durante 2025, tras un prolongado período de contracción que se extendió desde 2022 hasta mediados de este año. Según datos del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), el volumen total importado en los primeros once meses del año registra un incremento del 2,8% interanual en litros de leche equivalente, intentando recuperar parte del terreno perdido en años anteriores.
Este retorno al crecimiento se da en un contexto en el que las importaciones mundiales habían sufrido fuertes retrocesos. Entre 2022 y 2024, las compras de China en litros de leche equivalentes cayeron un 16,5%, 20,5% y 11% respectivamente, cifras que impactaron de lleno sobre los precios internacionales de derivados lácteos y la demanda global.
Este cambio de tendencia para el sector exportador es de gran importancia, ya que en 2021 China absorbía cerca del 25% del comercio internacional de lácteos, con alrededor de 20.000 millones de litros de leche equivalentes importados. Lo que la ubicaba como el motor clave que marcaba el rumbo de los mercados.
Pese a la recuperación en el acumulado anual, los datos mensuales aún muestran volatilidad. Ya que en noviembre de 2025, el volumen importado fue un 3,7% menor que el mismo mes del año anterior, con variaciones por producto. A pesar de que algunos, como los sueros, crecieron levemente, mientras que la leche en polvo descremada registró bajas.
En términos de valor, las importaciones lácteas chinas se fortalecieron de manera notable. En este sentido, el monto total acumulado de enero a noviembre aumentó un 12,4% interanual y el valor por litro de leche equivalente subió un 11,5%, lo que refleja presiones de precios más allá de los volúmenes físicos.
Una recuperación impulsada por factores diversos
La acumulación de stocks tras grandes compras en 2021, junto con problemas logísticos derivados de la pandemia y un entorno macroeconómico más desafiante redujeron la necesidad de compras externas en años recientes. Sin embargo, en 2025 la producción local logró estabilizarse y la demanda interna muestra signos de reactivación que impulsan nuevamente las importaciones.
Para los exportadores tradicionales de lácteos, como Nueva Zelanda, Australia y Argentina, este giro representa tanto oportunidades como desafíos. Ya que la mayor participación de China en el volumen global ayuda a sostener los precios internacionales y abre posibilidades de recomponer exportaciones. Sin embargo, la competencia por lugar en las compras sigue siendo intensa.
En el caso argentino, donde los lácteos representan una parte significativa de las exportaciones agroindustriales, la combinación de mejor precio por litro y demanda extranjera más estable podría ofrecer un respiro en un contexto global que viene de varios años de incertidumbre.
Este repunte puede traducirse en efectos amplios para el mercado internacional, desde sostenimiento de precios hasta nuevas estrategias comerciales para los países exportadores. Sin embargo, la volatilidad que aún persiste permite pensar que la plena normalización de la demanda aún está en construcción, y dependerá de factores como la evolución del consumo interno chino, políticas comerciales y la dinámica de oferta mundial.

