Retenciones cero: riesgo de encarecimiento del maíz para feedlots
La eliminación temporal de las retenciones a granos y carne busca generar alivio fiscal y reactivación de exportaciones. Sin embargo, la consecuente suba de costos dificultaría la rentabilidad del engorde a corral y la cadena ganadera.
El día de hoy el Gobierno Nacional formalizó mediante el Boletín Oficial el Decreto 685/2025, la medida que fija la eliminación temporaria de las retenciones para exportaciones de granos, como también para carnes bovinas y avícolas con las mismas condiciones temporales, en un intento por equilibrar los beneficios fiscales en toda la cadena productiva.
Sin embargo, en un informe presentado por la Bolsa de Comercio de Rosario, especialistas del sector advierten que la eliminación de las retenciones al maíz podría derivar en un aumento del costo de alimentación para el engorde a corral, el eslabón más sensible a los precios del grano.
De este modo, si los exportadores trasladaran el 100% del beneficio fiscal al precio pagado al productor, el maíz local resultaría 9,5% más caro en dólares, pasando de USD 175 a más de USD 190 por tonelada. Por lo que impactaría directamente en los feedlots que ya vienen operando con márgenes negativos desde hace varios meses.
A este incremento debe sumarse la posible suba en el tipo de cambio, que a pesar de los intentos oficiales de contención, podría presionar aún más el valor del alimento. Como resultado, generaría una distorsión temporal entre el beneficio fiscal de la eliminación de las retenciones y el costo real para los feedlots.
El efecto inmediato se traduce en que los compradores locales deben competir con precios internacionales más altos, impactando directamente en la rentabilidad de los engordes a corral. Parte del aumento del grano se traslada a menores precios de compra de los terneros de reposición y, parcialmente, al precio de la hacienda terminada, condicionado por la capacidad de absorción del consumo interno.
Exportaciones de carne vacuna
Los datos registrados muestran que en agosto se despacharon 84,6 mil toneladas equivalentes con hueso, un 8% más que en julio, aunque un 1% por debajo de agosto del año pasado. El precio promedio por tonelada exportada creció más del 40% interanual, amortiguando la caída de volumen.
Consumo interno de carne vacuna
Cerca del 74% de la producción total fue destinada al mercado local, con un aumento del consumo per cápita hasta 49,9 kg por habitante al año, dos kilos más que en el mismo mes del año pasado. Esto evidencia la capacidad limitada de trasladar incrementos de costos a precios finales sin afectar la demanda.
La quita temporal de retenciones genera un alivio en términos fiscales, pero para los productores feedlot el impacto inmediato del aumento en el costo del alimento no se corrige automáticamente con la reducción de impuestos a la exportación de carne. El corto plazo de la medida queda disociado con el incremento de costos y la capacidad de trasladarlos a la venta.
A pesar de que en el decreto se buscó un beneficio fiscal para los productores de granos y carne, los beneficios no se distribuirían de manera homogénea, dejando a los feedlots y productores de terneros de reposición como los más vulnerables ante esta política transitoria.