zona núcleo

Las lluvias traban la cosecha, pero el maíz temprano y la soja se afianzan con buenos perfiles

Las precipitaciones volvieron a interrumpir la trilla de trigo en la región núcleo, con un avance que apenas llega al 53%. Al mismo tiempo, las lluvias consolidan un excelente arranque para el maíz temprano y aseguran perfiles óptimos para la soja.

5 de Diciembre de 2025

La cosecha de trigo volvió a frenarse en la región núcleo por las lluvias del fin de semana, aunque los primeros lotes trillados confirman rindes destacados incluso en un escenario de demoras. Mientras avanza el período crítico del maíz temprano, con un 100% de los lotes en estado de excelente a muy bueno, la incertidumbre climática pone presión sobre el avance de las labores y la calidad del cereal.

Según el informe semanal de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el avance de la cosecha apenas progresó 13 puntos porcentuales en la última semana -unas 275.000 hectáreas- y alcanza el 53% del área total. En el norte de Buenos Aires el ritmo está prácticamente detenido: el progreso no supera el 20% y las lluvias de 60 a 90 milímetros dejaron excesos hídricos que impiden retomar la trilla. "Frenaron cualquier intento de cosecha", sintetizan desde Junín. En contraste, el centro-sur santafesino y el sudeste cordobés lograron trabajar antes de las precipitaciones y ya alcanzan niveles de avance del 90% y del 80%, respectivamente.

Pese a las interrupciones, los rindes siguen siendo muy buenos. La BCR reporta que se mantienen en el rango de 50 a 70 quintales por hectárea en buena parte de la región. Carlos Pellegrini está cerrando con rindes promedio de 50 qq/ha; Bigand registra 55 qq/ha y un 75% de avance; en Corral de Bustos se superan los 60 qq/ha con casi la mitad del área pendiente; mientras que en Pergamino los días previos a las lluvias dejaban valores de 50 a 70 qq/ha. En Junín los primeros lotes arrojan entre 50 y 70 qq/ha, aunque con una calidad "muy mala". En General Villegas se destaca un caso puntual con más de 200 hectáreas cosechadas y un promedio sorprendente de 63 qq/ha.

El informe advierte que comienza a observarse un patrón que preocupa: el peso hectolítrico depende fuertemente de la variedad y la proteína y el gluten aparecen en niveles extremadamente bajos. En Colón, donde se trillaron pocos lotes, será clave evaluar en los próximos días el impacto de las lluvias sobre la calidad final del grano.

Noviembre cierra con lluvias muy significativas para la campaña gruesa

El mes termina con un promedio de 106 milímetros en la red de estaciones GEA/BCR, superando apenas los valores históricos. El 75% de la región núcleo registró más de 20 milímetros, con picos de 94 mm en General Pinto. Si bien complicaron el tramo final de la cosecha de trigo, estas precipitaciones resultan claves para los maíces tempranos, que están iniciando la floración, y para el arranque de la soja. Según destaca el consultor Elorriaga, noviembre se convierte en el quinto mes consecutivo con lluvias por encima de lo normal, pese a registrarse condiciones compatibles con un evento La Niña.

El maíz temprano avanza con un 5% de los lotes en floración, un 60% en panojamiento y un 35% aún en estado vegetativo. Las lluvias recientes llegaron en el momento justo para sostener las mejores perspectivas de rendimiento. En Bigand aseguran que el piso de rinde ronda los 80 qq/ha y que, si el clima acompaña, podría ser aún mayor. En Carlos Pellegrini coinciden en que el cultivo podría expresar su máximo potencial si continúan las precipitaciones. En Bombal los técnicos proyectan pisos cercanos a 100 qq/ha. En Corral de Bustos describen a los lotes como "recontra buenos" y sostienen que los pisos de rendimiento ya están prácticamente asegurados.

En cuanto a la soja de segunda, ya se implantó el 24% del área prevista, con perfiles de humedad muy buenos y un leve atraso de 10 puntos porcentuales respecto del año pasado. La intención de siembra asciende a 1,83 millones de hectáreas, de las cuales 450.000 ya están implantadas. Este año crece la apuesta por la fertilización a la siembra, impulsada por los rendimientos excepcionales del trigo. En Carlos Pellegrini se observa un aumento en las dosis aplicadas buscando asegurar nutrientes sin comprometer el suelo. Sin embargo, algunos técnicos remarcan que, aunque el paquete recomendado ronda los 30 kilos de pentóxido de fósforo más azufre y zinc, la decisión final depende de la disponibilidad económica del productor, por lo que no todos podrán alcanzar los niveles ideales de fertilización.

El panorama vuelve a mostrar un equilibrio delicado: lluvias que demoran la trilla pero que fortalecen la campaña gruesa en un momento clave. Con nuevos pronósticos de precipitaciones, el sector espera una ventana de estabilidad que permita culminar un ciclo triguero con rindes excepcionales, aunque con la calidad aún bajo análisis.