PPA

La peste porcina africana pone en jaque al empleo y a la economía del sector porcino

La reaparición de la peste porcina africana ya provoca restricciones comerciales, caída de exportaciones y medidas laborales en la industria cárnica. El brote impacta de lleno en uno de los principales motores productivos de España.

15 de Diciembre de 2025

España confirmó la detección de otros tres jabalíes muertos por peste porcina africana (PPA) dentro del radio del primer foco detectado en Cataluña, elevando a 16 el número total de casos positivos en fauna silvestre. Si bien se trata de una enfermedad que no afecta a las personas ni se transmite por el consumo de carne o derivados, su aparición reavivó la preocupación en uno de los sectores productivos más relevantes del país y ya tiene consecuencias en los mercados internacionales.

Las autoridades sanitarias reforzaron los controles y la vigilancia en un perímetro de 20 kilómetros alrededor del foco, donde se realizan tareas de búsqueda activa de animales muertos, muestreos y controles de bioseguridad. En paralelo, se constituyó un comité científico de asesoramiento para analizar el origen del brote y evaluar medidas adicionales de contención, con el objetivo de evitar el ingreso del virus a las explotaciones porcinas.

Golpe a las exportaciones y reacción internacional

La reaparición de la PPA en territorio español tuvo una rápida respuesta de los mercados externos. Países importadores comenzaron a imponer restricciones y prohibiciones temporales a la carne porcina española, especialmente fuera de la Unión Europea. Entre las medidas más relevantes se encuentra la suspensión de importaciones por parte de Filipinas y otros destinos asiáticos, claves para el comercio exterior del sector. Otros países latinoamericanos como Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Perú, Uruguay, Venezuela, Chile, Argentina, México y Paraguay también suspendieron las importaciones de cerdo provenientes de España.

Además, se estima que alrededor de un tercio de los certificados de exportación de carne de cerdo quedaron bloqueados desde la detección del primer foco, lo que afecta directamente la fluidez comercial y la colocación del producto en el exterior. España es uno de los principales exportadores mundiales de carne porcina, con ventas externas que, antes del brote, superaban los 8.800 millones de euros anuales.

Impacto económico y laboral

El impacto económico ya comenzó a sentirse en el territorio. En algunas regiones, especialmente en Cataluña, empresas del sector cárnico avanzaron con expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y reducciones de actividad ante la caída de las exportaciones y las limitaciones logísticas. La incertidumbre comercial también presiona sobre los precios internos y complica la planificación productiva de productores e industrias.

La pérdida del estatus sanitario de país libre de PPA, condición que España mantenía desde 1994, implica además mayores exigencias sanitarias y períodos prolongados de vigilancia para poder recuperar la confianza de los mercados internacionales. Este proceso podría extenderse durante meses, con efectos persistentes sobre las exportaciones.

Un brote sin riesgo para las personas, pero con alto costo productivo

Desde el Ministerio de Agricultura remarcaron que la peste porcina africana no representa riesgo alguno para la salud humana, ni por contacto con animales ni por la ingestión de productos porcinos. Sin embargo, su alta contagiosidad entre cerdos y jabalíes la convierte en una de las enfermedades más temidas para la producción porcina.

Mientras continúan los controles sanitarios y la investigación del origen del brote, el sector enfrenta un escenario complejo: restricciones comerciales, presión económica y el desafío de recuperar la confianza internacional, en un contexto donde España ocupa un rol central en el mercado mundial de carne de cerdo.