José Luis Volando, vicepresidente de Federación Agraria Argentina (FAA) y productor tambero, trazó un panorama crítico pero realista sobre la situación del sector lechero. En declaraciones a Chacra 360, sostuvo que, si bien hay cierta estabilidad en algunos precios, la estructura productiva continúa en tensión y el crecimiento permanece estancado.

"Hace 15 años que no aumenta la producción láctea en Argentina. Está ahí, parada. Siguen cayendo pequeños productores y lo asumen los más grandes", expresó Volando.

Según el dirigente, el sector tambero está "un poquito mejor parado" que otros rubros, como consecuencia de los bajos precios internacionales del maíz y la soja, insumos clave para la alimentación del rodeo. No obstante, subrayó que el precio que reciben por la leche está congelado desde hace diez meses:

"Estamos cobrando 450 pesos desde hace rato, mientras todo lo demás siguió subiendo. A todos nos pasa lo mismo".

Estrategias para sobrevivir

Volando explicó que los productores están adoptando estrategias defensivas para mantener sus rodeos, como almacenar alimento o invertir en hembras jóvenes para garantizar producción futura. Sin embargo, advirtió que el número de vacas en ordeñe no aumenta, lo que indica un techo productivo que el país no logra superar desde hace más de una década.

Críticas al impacto del dólar soja

El vicepresidente de Federación Agraria fue tajante al referirse a políticas del gobierno anterior, como el dólar soja, que -según explicó- beneficiaron a un sector en detrimento de otros:

"Ese dólar especial nos perjudicó. El alimento para los tambos valía el doble de lo que vale hoy, mientras el precio de la leche no subía. Fue una política muy desfavorable para nosotros".

Retenciones, promesas y desilusión

Consultado sobre las retenciones a las exportaciones, Volando hizo foco en la falta de previsibilidad fiscal que afecta la toma de decisiones de los productores.

"Hay conversaciones con funcionarios que vienen del sector y entienden el problema. Pero después llega Economía, baja otra línea, y lo que se había negociado queda en la nada. Te ilusionás y el día B, como decimos, no pasa nada".

Puso como ejemplo la reciente baja en las retenciones al trigo del 12% al 9,5%, una medida beneficiosa, aunque criticó que se haya rechazado en el Congreso un proyecto para eliminar las retenciones de forma gradual en cinco años.

"Eso nos hubiera dado previsibilidad. Fíjate que en Vaca Muerta piden diez años de estabilidad para invertir. Nosotros invertimos todos los años el equivalente a Vaca Muerta, y no pedimos nada", aseguró.

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Una advertencia al futuro

Volando concluyó con un mensaje claro: si no se generan condiciones estables, previsibles y equilibradas para todos los sectores del agro, la concentración continuará y la producción no crecerá.

"Nosotros no pedimos milagros, solo reglas claras. Si hay previsibilidad, el productor se larga a producir".