Estimado lector, esta nota es de actualidad, una lamentable. Pero es una nota que le exige a usted una mirada concienzuda, un pensamiento crítico. Pretende de movida que usted sea parte de esto, que se involucre y lea con atención.

Si decide leer todo, este romántico del periodismo y la comunicación se lo va a agradecer infinitamente. Pero si decide seguir viendo reels efímeros que entretengan su cabeza y consuman su vida como un cigarrillo, no lo voy a juzgar. Solo le cuento que esto lleva tiempo y cabeza, así que si se queda, simplemente gracias.

En el marco del Panel Agronómico que se realizó durante la 10° edición del Seminario ACSOJA, Guillermo Alonso, integrante del equipo de Spraytec, se animó a decir una verdad agropecuaria que muy pocos quieren reconocer: el sistema de alquileres de campos de la Argentina atenta contra la productividad y la rentabilidad.

Pero antes de entrar en la charla que mantuvimos con Alonso, cabe explicar cómo suele ser este sistema que atrasa, descuida de forma indirecta las tierras argentinas, empobrece a los productores y como si fuera poco, reduce la producción de granos del país, las exportaciones y hasta la recaudación fiscal.

¿Alquileres o retenciones privadas?

En nuestro país hay muchos señores y señoras que se hacen llamar "productores agropecuarios" y que, si bien "viven del campo", la realidad es que solo heredaron tierras que jamás trabajaros y que, con suerte, pisaron.

Esos ladies and gentlemen solo viven de los alquileres de las tierras. No tienen ni idea de lo que es una isoca, que un granizo te tire abajo todo la siembra, miran cuándo llueve pero para ver si les ensucia el auto, no andan por caminos rurales inundados, ni tienen idea cuánto cuesta una bolsa de semillas, de nitrógeno o un bidón de herbicida.

Ellos, que muchas veces se pasean por los pueblos con bombachas de campo, cuenta ganado, boina, en alpargatas y con algún pañuelito en el cuello; solo viven del esfuerzo, la inversión y sacrificio de un "verdadero productor agropecuario". Sí, también andan en esa camioneta potente que usted está pensando estimado lector, pero no hace falta mencionarlo.

Hay que ser justos también. Hay otra buena cantidad de personas que son médicos, abogados, comerciantes, etc., que simplemente eligieron otro oficio para su vida. Heredaron un campo y contratan a un asesor para que se los administre. No les da lo mismo y hasta tienen aprecio por la producción agropecuaria. No están en el día a día, pero no juegan a ser "productor", simplemente delegan lo que no saben en manos de alguien que sí sabe. Acá, no estamos hablando de estas personas.

Hablamos de esos que se "disfrazan" de campo y hasta muchas veces forman parte de la Sociedad Rural del pueblo y algún que otro grupo CREA, cobran un alquiler de su campo en quintales y no trabajan la tierra. Más digno sería cobrar un plan social.

El sistema más pedorro posible

Un quintal son 100 kilogramos, lo que es igual a decir que 10 quintales es una tonelada. Lamentablemente el agro en general sigue usando esta unidad de medida que nadie del resto de la sociedad conoce o le importa conocer. Una muestra más de la endogamia latente del campo.

Pero volviendo al punto, los alquileres para la producción agrícola se suelen hacer a un año y en base al precio de la soja. En promedio, en las últimas dos campañas se cobran 12 quintales por hectárea (qq/ha), aunque obviamente varía mucho por zona productiva.

Acá es donde usted se pregunta: ¿Entonces el rinde promedio de soja de la Argentina debe ser altísimo? No, ni cerca. Según datos de la Secretaría de Agricultura de la Nación (SAGyP), la campaña 2024/25 dejó un "rinde promedio de soja de primera de 30,6 qq/ha, por encima del promedio de los últimos 10 años; en tanto que el de la soja de segunda se ubica en los 25,1 qq/ha, el máximo dentro del mismo período".

Pasando en limpio el dueño de la tierra se "apropió", "quedó", "confiscó" o como le quieran decir, casi el 40% de esa producción de soja de primera y con el 47,8% de la soja de segunda. SIN INVERTIR UN SOLO PESO, DÓLAR, PATCÓN, BITCOIN o la moneda que se le cante. Y eso que estamos hablando de los mejores rindes en la última década.

Ni pies ni cabeza

¿Seguimos el ejemplo con soja? Bien, perfecto. Ya sabemos lo que se produce y cuánto, además del valor referencial del alquiler. Entonces... ¿Se alquilan muchos campos para hacer soja en la Argentina? "Si bebitooo", diría Barassi.

Según un estudio de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) "el 70,7% de la soja 2023/24 se trabajó bajo el esquema de arrendamiento y no de forma directa por parte de los propietarios".

En dicho período productivo, según SAGyP, se sembraron 16,5 millones de hectáreas y se obtuvieron 48,2 millones de toneladas. El rinde promedio de la soja a nivel nacional se ubicó en 29,4 qq/ha. Se cobraron 12 qq/ha promedio de alquiler y el precio FOB promedio de la soja en 2024 fue de 410 dólares por tonelada.

Metemos todo en la licuadora estadística y nos da que los propietarios del campo, que no invirtieron un solo peso:

* Cedieron en alquiler 11,7 millones de hectáreas con destino soja.

* Se quedaron con el 40,8% promedio de la producción de soja argentina.

* Se apropiaron el equivalente a 19,6 millones de toneladas de soja de la producción argentina.

* Le confiscaron a los productores aproximadamente 8.000 millones de dólares, solo de la producción de soja.

Que alguien llame a alguien

¿Quieren saber cuánto aportó el productor sojero por retenciones en 2024? Según la BCR, "el complejo soja representó 4.319 millones de dólares del total recaudado por Derechos de Exportación (DEX) en 2024". Sí, está leyendo a la perfección: por cada dólar que el productor rural le dio al Estado nacional, le pagó 2 al dueño del campo. FADA, haceme un informe de esto amor.

Claro está que al Estado, sin importar quién gobierne, se le exige una mínima retribución por ese aporte sustancial que hace a las arcas nacionales. Que arregle un camino rural, una ruta, que haga un hospital, una escuela. Que haya más seguridad, más oportunidades laborales y menos planes sociales, etc. No voy a explicar que las retenciones existen hace un par de décadas y que los alquileres desde tiempos inmemorables.

Pero... al dueño del campo, que ahora debe de estar leyendo esto sentado en el sillón de la casa sin pestañar, ¿Alguien le pide algo? Es obvio que no puede ser medido con la misma vara un acuerdo y contrato entre privados, que la mano mágica del Estado (en cualquiera de sus niveles). No hay dudas de ello.

Pero, de nuevo. ¿No es ridículo pagar casi el doble de alquiler que de retenciones, por más que las retenciones ya de por sí sean ridículas? ¿No debería ser una prioridad para la dirigencia rural abordar estos temas en lugar de darle y darle manija al temita de los DEX? ¿No trabajaría "mejor" ese genuino productor rural en el campo con otro sistema? ¿No hay un "tope" de ganancias que puede tener una persona solo por alquilar una tierra?

Otra evidencia más: el nivel productivo

Esta nota comenzó hablando de Guillermo Alonso, un tipo con larga trayectoria en la producción de granos de la Argentina (Nidera, Grupo Los Grobo, Spraytec, etc.). Querido y reconocido por muchas personas y colegas, aunque a veces, algunos lo miren de costado porque rompe con el status quo de la comunidad agropecuaria.

¿Qué hizo en este caso? El hombre no tuvo mejor idea que hablar de alquileres en pleno Panel Agronómico de la 10° edición del Seminario ACSOJA: "Los rendimientos están estancados por varios factores... Uno de ellos es el sistema de producción bajo alquileres anualizados, lo que, atrasa cualquier avance porque no se puede proyectar a largo plazo, ni ver la secuencia completa del cultivo".

RevistaChacra conversó con el osado compañero, el cual profundizó: "Hay un problema que es transversal a todo esto y que va a seguir estando más allá de la estadía de los Derechos de Exportación o que bajen otros impuestos. Eso es la producción con convenios de alquiler en sistemas anualizados".

Para peor, "casi el 75% de los contratos de alquileres son anualizados", señaló el referente de Spraytec y amplió: "El alquiler anualizado es un contrato que se termina de firmar generalmente en el mes de mayo o abril y se entrega el campo después de cosechado a partir de junio. Con lo cual ya la rotación ahí está deteriorada y limitada. Encima prácticamente no se pueden hacer cultivos de fina y la mayoría de la producción va a soja".

Quintales y la re pu...

"Con el agravante que en general se pagan quintales fijos que están por encima de las expectativas con las que se va a negociar. Cada quintal de más que se paga en un alquiler es quintal que desaparece de la tecnología. Automáticamente se va al excel y lo primero que se hace es ajustar la dosis de fósforo y también se baja el rendimiento buscado", sintetizó.

El quintal fijo, sin importar la producción final de ese campo, termina siendo un porcentaje abusivo. ¿Igual a...? Si, a las retenciones. Un impuesto regresivo que castiga al que invierte y no fomenta el crecimiento del país. Que confisca Nación impunemente. O sea, un productor que produce 10, debe pagar el 40% promedio por alquiler y otro 24% (hoy) de DEX. Saluden al 64% que se va.

Pero además, lo "segundo que se hace es bajar la tarifa del contratista, nuestro principal aliado, nuestro principal socio en el esquema de producción. Se baja la tarifa de siembra, se baja la tarifa de cosecha, de pulverización. Justo el eslabón más débil y más importante de esta cadena, porque el contratista realmente es el tipo que labura, invierte también y a quien le exigimos tecnología todo el tiempo, el corte electrónico, la precisión de siembra, etc.".

Biología, a lo tuyo

Consultado sobre problemas biológicos, Alonso fue claro: "El productor no sabe si va a disponer en ese campo el año siguiente con lo cual, la nutrición, está pensada sólo para ese año. Se fertiliza lo justo y necesario para pasar el año. Nada de micronutrientes. Es una apuesta de mínimo costo".

¿Para la sanidad? Lo mismo. "Llegamos tarde al control de malezas y esa llegada tarde es la pérdida de hacer un barbecho largo. Como se nos fueron las malezas, le pegamos con todo y seguramente el año anterior alguien hizo lo mismo, así que encima perdemos la trazabilidad del lote. Ya no sabes ni cómo está ese campo".

"Si hay una brecha en la Argentina que hay que estudiar mucho más, es la brecha que se produce entre una producción en campo propio y campo alquilado. De norte a sur, de este a oeste, en cualquier ambiente, esa brecha es muy importante. Y no porque todos los que trabajan el campo propio sean cracks. Hay muchos que lo hacen mal. Pero es el sistema, que tal cual está montado va a ser muy difícil recuperar productividad. Termina bajando muchísimo los rendimientos alcanzables, sobre todo en soja, que es el cultivo que vuelve a repetir", sentenció Alonso.

Y por último regaló una frase para pensar: "Pueden bajar las retenciones, pueden bajar los impuestos, lo que quieran. Pero el sistema de alquileres hay que cambiarlo más allá de la situación coyuntural que enfrenta la Argentina. Creo que el gran estancamiento de rindes, el agotamiento de nuestros suelos, todo ese lastre, mucho tiene que ver el sistema de arrendamientos anualizados de la Argentina, casi comprometiendo el 45/50% de los campos en activa producción".

Esta nota termina acá. Gracias por pasar, por leer y por pensar. Le dejo una canción, una que puede soñar en una peña, para relajar la cabeza, una melanco hermosa. Una para que sepa que nunca todo está mal, pero que siempre se puede mejorar.