Las últimas precipitaciones resultaron muy oportunas para la soja de primera, que estaba por entrar en período crítico. También fueron de ayuda para el maíz temprano y evitaron mayores pérdidas de rendimiento
Las probabilidades que continúe el clima seco alcanzan el 70%, producto del fenómeno climático, lo cual podría condicionar el desarrollo de los cultivos estivales, que en el caso del maíz se encuentra en pleno período crítico a la espera de precipitaciones.
El nuevo año se inicia con una marcada oscilación térmica, acompañada por precipitaciones abundantes sobre el Norte y el Centro Oeste del área agrícola y valores moderados a escaso sobre el resto
El periodo tendrá un Incremento térmico, acompañado por precipitaciones generales, con sus mayores registros sobre el Oeste y el Centro del área agrícola y valores moderados a escasos en el este, finalizando con un descenso térmico tardío.
Ascenso térmico , acompañado por precipitaciones moderadas a abundantes sobre el norte y el oeste del área agrícola y valores escasos sobre el centro y el este , finalizando con descenso térmico tardío.
Bajas temperaturas , seguidas por un marcado ascenso, acompañado por precipitaciones sobre el extremo Sur del área agrícola y valores escasos sobre el resto.
Desde el temporal del fin de semana del 20 de abril en la provincia, no se pudo volver a cosechar soja. Sólo se habían alcanzado a levantar 30 mil hectáreas.
El Senasa facilita el movimiento de hacienda en las zonas inundadas. Se exceptúan los requisitos sanitarios en origen que se deberán cumplir en destino.
La provincia recibió montos de lluvias que superan los registros de los últimos 30 años. Ante esto, la cosecha ha quedado envuelta en una vulnerabilidad extrema.
Entre las acciones que se pueden hacer para mitigar los problemas generados se pueden incluir las obras hidráulicas, cambios en el uso del suelo, gestión de pronósticos y adaptación a condiciones extremas