A partir del trabajo de la red en cultivares de ajo se promueve el cultivo en el Valle de Lerma y Valles Calchaquíes. Cada productor elige los distintos tipos de variedades que se adecuan al ambiente para poder entrar al mercado exportador.
En esta campaña se estarían cultivando unas 1.500 hectáreas de este bulbo con destino principal al mercado internacional. La pandemia impulsa su consumo.