Desde INTA acompañan al sector con pautas de manejo y recomendaciones con enfoque de agroecosistema. Es decir, considerar tanto al cultivo como a los insectos y ácaros benéficos, los entomopatógenos y los polinizadores, las malezas y microorganismos del suelo. Control biológico de plagas y variedades resistentes, entre las estrategias para enfrentar los desafíos productivos.