La siembra de garbanzo en la provincia estaría casi culminada y a pesar de las heladas del mes de mayo casi la totalidad de los lotes se encuentran entre excelente y buen estado general.
Con el objetivo de garantizar la identidad varietal y de disponer de una nómina actualizada de los responsables del mantenimiento de la pureza de cultivares de uso público de alfalfa, algodonero, arroz, arveja, cebada, garbanzo, maní, trigo y soja, se crea la categoría "P".
Según la primera estimación realiza por la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA), se sembrarían 23.400 hectáreas de garbanzo, siendo esta superficie 43 % superior a la sembrada en la campaña anterior.
Según la nueva estimación de la Bolsa de Cereales de Córdoba, se destinarían 1 millón de hectáreas al cultivo, área similar a la campaña anterior. En tanto que, la superficie destinada al garbanzo experimentaría un crecimiento de 43%.
El INASE resolvió que a partir del 1º de enero de 2024 toda semilla de garbanzo, Cicer arietinum L., que se comercialice deberá corresponder a Clase Fiscalizada, y establece sus estándares de producción.
Las primaras estimaciones estivales dan como resultado que el trigo tiene un avance del 32% cosechado, con un rendimiento promedio estimado en 14,3 qq/ha. Por su parte, el garbanzo se cosecho un 18 %, con un rinde promedio estimado de 15,6 qq/ha.
En Córdoba, con más de la mitad de los lotes de trigo y de garbanzo en regular y mal estado general, se acentúan los efectos de la falta de lluvias y de heladas tardías.
Según un informe de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCC), el 90 % de la superficie sembrada de trigo se encontraba entre excelentes, muy buenas y buenas condiciones gracias a las etapas fenológicas que atravesaba. Con respecto al garbanzo, el 80 % presentaba entre excelente y buen estado y el 37 % del cultivo comenzaba la etapa de floración.
Según el Departamento de Información Agronómica (D.I.A) de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA), la superficie del garbanzo aumentaría un 40% con respecto a la campaña pasada.
En base a una nueva proyección, la BCCBA indicó que se sembrarían 10.100 hectáreas, un 27% que en la campaña anterior. Sin embargo, con trigo se sembrarían 824.900 hectáreas, la menor superficie desde 2013/14.
Se trata de una de las principales problemáticas sanitarias que afectan a esta legumbre. Desde 2018, está presente en las zonas productoras de garbanzo de la Argentina y, junto con otros factores, causó pérdidas de hasta el 40 % en las áreas de siembra.
Por a su capacidad de adaptación, los bajos requerimientos hídricos y sus características nutricionales es una opción para mejorar la rentabilidad y la calidad de vida de los productores de la región.
Por primera vez en la Argentina, estudian el estadio reproductivo sexual del hongo que causa la rabia o tizón del garbanzo, una de las enfermedades más destructivas a escala mundial.