Promueven el uso de tecnologías para una mejor gestión de la poscosecha
En un contexto agrícola cada vez más tecnologizado, donde la producción se apoya en drones, imágenes satelitales y maquinaria de precisión, la etapa de poscosecha se presenta como el nuevo frente donde se juega la eficiencia del sistema agroindustrial.
Especialistas del INTA Balcarce alertan que los errores en el almacenamiento pueden echar por tierra el trabajo de toda una campaña. Promueven el uso de tecnología, buenas prácticas y una mirada estratégica sobre esta etapa clave.
En un contexto agrícola cada vez más tecnologizado, donde la producción se apoya en drones, imágenes satelitales y maquinaria de precisión, la etapa de poscosecha se presenta como el nuevo frente donde se juega la eficiencia del sistema agroindustrial. Así lo sostienen investigadores del INTA Balcarce, quienes insisten en que conservar bien el grano es tan importante como sembrarlo correctamente.
"La poscosecha es fundamental. Un error en esta etapa puede comprometer todo el trabajo de una campaña", advirtió Ricardo Bartosik, especialista en poscosecha del INTA. Y explicó que en una bolsa, silo o celda se acumula la producción de muchas hectáreas junto con el esfuerzo económico de múltiples productores. "Una secadora mal calibrada, un silo con filtraciones o una bolsa mal sellada pueden causar pérdidas millonarias. Las pérdidas en poscosecha pegan directo en los márgenes de toda la cadena", remarcó.
Durante años, la mejora de la eficiencia agrícola estuvo enfocada en la producción: genética, fertilización, control de plagas, maquinaria inteligente. Pero hoy, la innovación en poscosecha se vuelve imprescindible. Diego De la Torre, también del INTA Balcarce, aseguró: "Hay mucho por ganar con tecnologías simples y decisiones de gestión. Desde sellar bien una bolsa hasta automatizar una secadora. Todo suma".
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Silobolsa: aliado estratégico... si se usa bien
Una de las tecnologías clave es el silobolsa, que permite conservar granos en el mismo campo. "Es una gran herramienta, pero tiene limitaciones. Si se rompe o si el grano entra húmedo, los problemas no tardan en llegar", explicó Leandro Cardoso, otro especialista del INTA.
Un silobolsa puede contener hasta 200 toneladas de maíz -el rendimiento de unas 29 hectáreas- o 67 hectáreas de soja. "Un solo error puede comprometer todo ese esfuerzo", dijo Cardoso. Y detalló que la medición de dióxido de carbono es una tecnología simple que permite anticiparse a los problemas de calidad o seguridad alimentaria antes de que sean visibles.
Para minimizar riesgos, el INTA recomienda:
Preparar bien el terreno antes de embolsar.
Usar maquinaria en buen estado.
Sellar correctamente con termoselladora.
Controlar roedores y fauna con boyeros eléctricos.
Monitorear de forma periódica y sistemática.
Innovación también en plantas de acopio
Además de la conservación en campo, los acopios comerciales o cooperativos también enfrentan desafíos. "Sin monitoreo, aireación ni control automatizado, se sobreseca el grano, se pierde calidad o se generan focos de calentamiento", explicó Bartosik.
El INTA impulsa tecnologías como:
Termometría y controladores de aireación.
Monitoreo de CO con el sistema CO2NTROL, desarrollado junto al IEA.
Control de secadoras para evitar sobresecado.
Precalentado del grano, que mejora la eficiencia energética.
"Pero no alcanza con tecnología: hacen falta buenas prácticas, procedimientos y capacitación del personal. Necesitamos cambiar la forma de gestionar esta etapa", señaló Bartosik.
Cambio cultural pendiente
Según los especialistas del INTA, el mayor obstáculo no es técnico ni económico, sino cultural. "El agro argentino invierte en la producción, pero muchas veces se descuida el almacenamiento. Eso puede traducirse en toneladas de pérdidas en pocos días", advirtió Bartosik.
Para transformar la poscosecha en una ventaja competitiva, es necesario:
Asumir la poscosecha como parte estratégica del negocio agroindustrial.
Incorporar una mentalidad empresarial que valore tanto la conservación como la producción.
Argentina cuenta con desarrollos propios de alto nivel -como secadoras exportadas al mundo y tecnologías de monitoreo-. "Solo falta un cambio de mirada para convertir la poscosecha en el punto de partida de un modelo más rentable y profesional", concluyó.
Congreso Internacional de Silobolsa: octubre en Balcarce
En este contexto, el 2° Congreso Internacional de Silobolsa se realizará los días 15, 16 y 17 de octubre en el predio del INTA Balcarce y la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Mar del Plata. El encuentro buscará fomentar la cooperación internacional y difundir las mejores prácticas para el uso de silobolsas.
Los temas incluirán:
Experiencias en Argentina y el mundo.
Maquinaria y nuevas tecnologías.
Identidad preservada y trazabilidad.
Control de hongos, micotoxinas e insectos.
Reciclado de plásticos y sustentabilidad.
El evento será clave para consolidar conocimientos y estrategias que eleven la calidad y rentabilidad del almacenamiento de granos, transformando la poscosecha en un nuevo pilar de la competitividad agroindustrial argentina.