A contramano de Argentina los alimentos en el mundo siguen bajando
El índice de precios de los alimentos de la FAO registró una nueva baja en mayo, reflejando una caída generalizada en los mercados de cereales, aceites vegetales y azúcar.
El índice de precios de los alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) registró una nueva baja en mayo, reflejando una caída generalizada en los mercados de cereales, aceites vegetales y azúcar. La reducción, de un 0,8 % respecto a abril, situó el índice en 127,7 puntos, aunque aún se mantiene un 6,0 % por encima del nivel registrado hace un año.
El descenso estuvo liderado por una marcada disminución en las cotizaciones internacionales del maíz, atribuida a excelentes cosechas en Argentina y Brasil, así como a las previsiones de una producción récord en Estados Unidos. Esta abundante oferta presionó los precios a la baja, acompañada por una mejora en las condiciones de los cultivos de trigo en el hemisferio norte, lo que contribuyó también a la caída del 1,8 % en el índice de precios de los cereales.
En el caso de los aceites vegetales, la disminución fue aún más pronunciada, con un retroceso del 3,7 %. El aceite de palma lideró las bajas debido al aumento estacional de la producción en el sudeste asiático, mientras que los precios del aceite de soja se vieron afectados por una mayor disponibilidad en América del Sur y una demanda más débil de biocombustibles. A esto se sumaron perspectivas de mejor suministro en la Unión Europea para el aceite de colza, y una débil demanda internacional que impactó el precio del aceite de girasol.
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El índice de precios del azúcar también cayó un 2,6 %, presionado por expectativas de recuperación de la producción mundial, sumadas a las incertidumbres macroeconómicas y una posible reducción de la demanda en la industria de bebidas y alimentos procesados.
A pesar de estas caídas, otros productos como la carne y los lácteos mostraron aumentos. La carne bovina alcanzó precios históricos, mientras que la mantequilla continuó su escalada por la fuerte demanda asiática. Sin embargo, estos incrementos no fueron suficientes para contrarrestar la caída general del índice.
La FAO también difundió nuevas previsiones que refuerzan esta tendencia bajista: se espera una producción mundial récord de cereales en 2025, con 2.911 millones de toneladas, un 2,1 % más que en 2024. Este crecimiento, junto con una moderada expansión del comercio y el consumo, contribuiría a una recuperación parcial de las existencias mundiales, estabilizando el mercado a mediano plazo.
Estos datos consolidan una perspectiva de mayor estabilidad alimentaria global para lo que resta del año, aunque persisten desafíos relacionados con la demanda internacional y la evolución del contexto económico global.
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