Brasil destruyó más de una tonelada de cerezas chilenas
Brasil confirmó la eliminación de 1.120 kilos de cerezas chilenas tras detectar el ácaro Brevipalpus chilensis. El hallazgo encendió alertas sanitarias y reavivó la discusión sobre los controles fitosanitarios en la región.
El Ministerio de Agricultura y Ganadería de Brasil (MAPA) confirmó la destrucción de un cargamento de 1.120 kilos de cerezas frescas provenientes de Chile, tras detectar la presencia del ácaro Brevipalpus chilensis, una plaga cuarentenaria ausente en el territorio brasileño y considerada de alto riesgo para su sistema productivo frutícola y agrícola.
El hallazgo se produjo durante una inspección de rutina realizada por el sistema de vigilancia en fronteras (Vigiagro) en el Aeropuerto Internacional de Guarulhos, en São Paulo. Las muestras sospechosas fueron enviadas a un laboratorio oficial, donde se confirmó la presencia del ácaro, lo que activó el protocolo sanitario que obliga a fumigar y destruir la mercadería para evitar la posible introducción de la plaga en Brasil.
Las autoridades brasileñas subrayaron que el Brevipalpus chilensis representa un riesgo severo porque puede afectar una amplia gama de cultivos, entre ellos vides, frutales y especies ornamentales. En países como Chile y algunas regiones de Argentina, este ácaro es conocido por provocar daños en hojas, brotes y frutos, afectando tanto la calidad como los rendimientos.
Desde Chile, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) confirmó el incidente, pero aseguró que el resto de las exportaciones de cerezas hacia Brasil continúan desarrollándose con normalidad. La entidad destacó que estos episodios forman parte de los controles habituales que realizan los países importadores para resguardar su estatus sanitario.
El caso vuelve a poner en primer plano la sensibilidad del comercio internacional de frutas ante riesgos fitosanitarios, especialmente en plena temporada de exportaciones. También refuerza la necesidad de mantener y fortalecer los sistemas de inspección y certificación tanto en origen como en destino, a fin de evitar contratiempos que puedan derivar en restricciones más severas o en tensiones comerciales entre países.
La destrucción del cargamento, aunque puntual, sirve como advertencia para los mercados de la región y abre la puerta a futuras evaluaciones sobre los protocolos de vigilancia, la trazabilidad y la cooperación sanitaria entre Brasil, Chile y otros socios comerciales en Sudamérica.

