Brasil impulsa una revolución verde global: restaurar 250 millones de hectáreas para 2030
El programa será presentado durante la COP 30 en Belém y busca movilizar recursos internacionales para alcanzar la degradación neta cero del suelo.
Brasil presentará durante la 30ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 30), que se realizará en Belém, estado de Pará, la iniciativa RAIZ (Resilient Agriculture Investment for Net Zero Land Degradation), un programa global destinado a movilizar recursos financieros, compartir tecnologías y promover la cooperación internacional para restaurar tierras agrícolas degradadas en distintas regiones del planeta. El proyecto es liderado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAPA), con el apoyo de los Ministerios de Desarrollo Agrario y Agricultura Familiar (MDA) y de Pesca y Acuicultura (MPA), en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Un compromiso brasileño con la sostenibilidad
Según el ministro de Agricultura y Ganadería, Carlos Fávaro, RAIZ representa la contribución concreta de Brasil a la agenda global de sostenibilidad. "Lo que traemos a la COP es el resultado de políticas concretas. Brasil ha demostrado que la producción sostenible es posible y quiere compartir este conocimiento con el mundo", afirmó.
La iniciativa surge en un contexto alarmante: más de 2.000 millones de hectáreas de tierra están degradadas en el planeta, afectando directamente a 3.200 millones de personas, de acuerdo con datos de la ONU. Cada año se deforestan cerca de 10 millones de hectáreas de bosques, y, según Global Forest Watch, en 2024 se perdieron aproximadamente 6,7 millones de hectáreas de bosques tropicales primarios.
En respuesta a esta problemática, RAIZ propone acelerar la restauración de suelos agrícolas, contribuir a la reducción de emisiones y mejorar la resiliencia de los sistemas productivos. Su meta global es ambiciosa: restaurar 250 millones de hectáreas de tierras agrícolas degradadas hacia 2030.
Cooperación y financiamiento internacional
Durante la COP 30, la presentación oficial reunirá a representantes de gobiernos, instituciones financieras y organizaciones multilaterales interesados en sumar esfuerzos para ampliar el alcance de las acciones. La FAO brinda el soporte técnico para la estructuración de proyectos, identificación de fuentes de financiamiento y mapeo de paisajes degradados con potencial productivo.
RAIZ también busca integrar políticas nacionales y regionales dentro de las convenciones internacionales de cambio climático, biodiversidad y desertificación. De esta manera, la iniciativa se alinea con los compromisos de la Convención de las Naciones Unidas para Combatir la Desertificación (UNCCD) y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC).
Programas brasileños modelo
La propuesta global de RAIZ se apoya en experiencias exitosas de Brasil en materia de restauración y manejo sostenible de suelos. Entre ellas destacan los programas Solo Vivo y Caminho Verde Brasil, impulsados por el MAPA.
Solo Vivo, lanzado en el estado de Mato Grosso, combina ciencia, tecnología e inclusión productiva para transformar áreas degradadas en sistemas agrícolas más eficientes y sostenibles. Con una inversión de R$42,8 millones, el programa beneficia a cerca de 1.000 familias campesinas en diez municipios, mediante análisis técnicos de suelos, tecnologías digitales y capacitación gratuita.
Por su parte, Caminho Verde Brasil, creado por el Decreto N° 11.815/2023, tiene como meta restaurar 40 millones de hectáreas de pastizales degradados o de baja productividad en diez años. En su primera fase, recaudó R$30.200 millones a través del programa Eco Invest Brasil y ya planea recuperar hasta 3 millones de hectáreas. Además, se encuentra en negociación con socios internacionales como la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA).
Hacia una agricultura más resiliente
RAIZ refuerza la visión de Brasil como referente mundial en la integración de producción y conservación ambiental, una estrategia que combina eficiencia productiva con preservación de los recursos naturales. El objetivo final es lograr que la restauración de tierras agrícolas sea parte esencial de la seguridad alimentaria global, garantizando ecosistemas productivos y resilientes ante los efectos del cambio climático.
Con esta iniciativa, Brasil busca posicionarse no sólo como sede de la COP 30, sino también como líder en soluciones agrícolas sostenibles, demostrando que la restauración del suelo es una inversión estratégica para el futuro de la agricultura mundial.

