Deuda millonaria y plantas paralizadas: una empresa forestoindustrial entra en concurso y busca inversor
La empresa, referente del complejo maderero argentino, acumula pasivos por $11.500 millones, mantiene sus plantas paralizadas y busca un inversor estratégico para retomar la actividad en el corto plazo
Forestadora Tapebicuá, una de las compañías más relevantes del sector forestoindustrial argentino, se presentó en concurso preventivo de acreedores en medio de una profunda crisis financiera que la mantiene sin actividad desde el pasado 10 de agosto. La firma, vinculada al grupo Celulosa Argentina, reconoció una deuda que ronda los $11.500 millones y confirmó que inició gestiones para incorporar un inversor estratégico.
La presentación judicial fue informada por la controlante a la Comisión Nacional de Valores y quedó radicada ante el Juzgado Nacional en lo Comercial Nº 14, Secretaría Nº 27, bajo el expediente "COM 25793/2025", con asiento en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Según se detalló, el proceso se encuadra en lo previsto por la Ley Nacional Nº 24.522, que regula los concursos preventivos.
Desde la compañía señalaron que el concurso fue puesto en marcha como una herramienta para ordenar pasivos y evitar un escenario de quiebra. En la actualidad, Forestadora Tapebicuá sostiene su estructura administrativa mientras avanza el proceso judicial, aunque mantiene una paralización total de sus operaciones industriales.
Antes del freno completo de la actividad, la empresa ya venía operando por debajo de su potencial productivo. Fuentes internas indicaron que la capacidad instalada se ubica entre 4.300 y 4.500 metros cúbicos mensuales, pero que en los últimos meses apenas alcanzaba entre el 60% y el 70%, principalmente por la falta de ventas.
La situación impacta de manera directa sobre el empleo, ya que actualmente la firma cuenta con 395 trabajadores. El objetivo declarado por la conducción es poder retomar la actividad industrial en un plazo cercano a los 90 días, siempre y cuando prospere la reestructuración financiera y se concrete el ingreso de capitales. "Estamos en conversaciones con algunas posibilidades", señalaron desde la empresa, sin brindar mayores precisiones.
Según explicaron, el deterioro responde a un contexto sectorial adverso que golpeó con fuerza a la cadena forestoindustrial, especialmente por la caída de la actividad de la construcción. A ese escenario se sumaron los altos costos medidos en dólares, que dificultaron la competitividad frente a productos importados y derivaron en una crisis de capital de trabajo.
La crisis de la compañía también se inscribe en un escenario más amplio que atraviesa su controlante. Celulosa Argentina se encuentra en concurso preventivo tras registrar, en su último balance semestral, pérdidas superiores a los $172.000 millones, una caída del 44% en sus ingresos y la paralización de plantas industriales. Ese deterioro general impactó en sus subsidiarias, entre ellas Tapebicuá, que sufrió una caída del 48% en sus ingresos.
El concurso de Forestadora Tapebicuá expone las tensiones que atraviesa la forestoindustria argentina en un contexto de demanda deprimida, costos elevados y dificultades de financiamiento. Si bien el proceso judicial abre una ventana para reordenar pasivos y atraer inversores, el desafío será convertir esa oportunidad en una reactivación concreta que permita preservar empleo, capacidad instalada y un entramado productivo clave para la economía regional correntina.

