El trigo podría necesitar mucha más agua en futuras oleadas de calor
Un estudio británico alerta que las redes de agua para cultivos de trigo podrían quedar obsoletas debido al aumento de la temperatura y la evaporación durante las olas de calor.
Un equipo de la University of Sheffield descubrió que el trigo podría volverse mucho más demandante de agua de lo previsto cuando enfrente olas de calor intensas en un clima futuro. El trabajo analizó cómo se comportan los estomas -los poros de las hojas que regulan la transpiración- bajo condiciones de calor extremo y altos niveles de CO2, una combinación que será cada vez más frecuente.
Los científicos observaron que, en lugar de cerrarse para ahorrar agua, los estomas permanecen abiertos más tiempo durante las olas de calor, lo que incrementa drásticamente la pérdida de agua. Según el estudio: "Nuestros hallazgos ofrecen una imagen mucho más clara de cómo las futuras condiciones climáticas afectarán a uno de los cultivos más importantes del mundo."
El equipo también advirtió que la respuesta del trigo al calor podría neutralizar beneficios que se suponían favorables para su eficiencia hídrica en un mundo con más CO2. Como expresaron los autores: "Esta falta de cierre estomático tiene el potencial de reducir la tolerancia a la sequía, ya que las plantas que crecen bajo niveles más altos de CO2 normalmente cierran los estomas sustancialmente cuando la luz disminuye."
Un riesgo para la seguridad alimentaria
El trigo aporta cerca del 20% de las calorías consumidas por la población mundial. Su estabilidad productiva es un pilar de la seguridad alimentaria global. El estudio advierte que las olas de calor pueden aumentar tanto el consumo hídrico del cultivo que muchas infraestructuras no estarán preparadas para abastecerlo.
Los investigadores remarcaron que comprender estos mecanismos será clave para adaptar la producción agrícola del futuro: "Si podemos entender esto, podríamos ajustar el funcionamiento estomático para optimizar cómo crecen las plantas bajo climas extremos futuros."
El riesgo no es menor: una mayor demanda de agua, sumada a temperaturas más altas y sequías más frecuentes, podría poner en tensión regiones productoras que hoy dependen casi exclusivamente de la lluvia.
Conclusión
El trabajo de la University of Sheffield deja un mensaje contundente: el trigo del futuro será más vulnerable al calor extremo y podría necesitar significativamente más agua para sobrevivir. En un escenario global donde el cambio climático ya redefine rendimientos y estabilidad productiva, este nuevo factor obliga a revisar las expectativas sobre un cultivo fundamental para la alimentación mundial.

