Insólito: Qué comió Usain Bolt para ser el hombre más rápido del mundo
Durante los Juegos Olímpicos de Beijing, el jamaiquino rompió tres récords históricos y solo se alimentó con una comida.
En los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, mientras el mundo miraba atónito cómo un joven jamaiquino desafiaba las leyes de la velocidad, detrás del telón se cocinaba -literalmente- una historia insólita: Usain Bolt, el hombre más rápido del planeta, devoraba nuggets de pollo como si fueran parte de su entrenamiento. Y no en porciones discretas. Según confesó en sus memorias, el velocista consumió nada menos que 1.000 McNuggets de McDonald's en diez días, a razón de desayuno, almuerzo y cena, citó NBC Sports.
"Eran el único alimento en el que podía confiar adecuadamente y que no afectaría mi estómago", escribió en su autobiografía El hombre más rápido del mundo. Su experiencia previa con la cocina china local, distinta a la occidental que conocía, no fue la mejor: su cuerpo no reaccionó bien y decidió irse a lo seguro. Nuggets de pollo y agua embotellada. Nada más. Ni pastas, ni arroz, ni frutas. Solo nuggets.
Así, a fuerza de proteína procesada, Bolt salió a la pista del Nido del Pájaro y rompió los récords mundiales de los 100 metros (9,69 segundos), 200 metros (19,30) y relevos 4x100 metros (37,10) -este último más tarde anulado por un caso de dopaje de un compañero de equipo-. La hazaña fue tal, que el propio atleta bromeó en otra de sus memorias, Faster than Lightning: "Hombre, debería haber recibido una medalla de oro por todo ese devorador".
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El menú ganador no volvió a repetirse. Cuando regresó a Pekín para el Mundial de Atletismo en 2015, el panorama gastronómico había mejorado notablemente. "Realmente están proporcionando mucha mejor comida aquí que en 2008, así que no hay nuggets de pollo para mí este año", dijo entonces. Sin embargo, su amor por el pollo no se apagó. En su retiro, fue visto en un Kentucky Fried Chicken británico, y en Jamaica, alternaba clases grupales de step matutinas con cenas de pollo frito.
Detrás de los 11 títulos mundiales y 8 medallas olímpicas, de los récords que aún no han sido batidos, hay un capítulo curioso que mezcla velocidad, estrategia... y comida rápida. Una postal más de Usain St. Leo Bolt, el relámpago de Jamaica que, mientras devoraba rivales en la pista, se alimentaba a base de nuggets de McDonald's. Porque a veces, la gloria olímpica también tiene sabor a pollo.