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La Niña es débil, pero se hará más fuerte con ayuda: ¿cuál será su impacto en Argentina?

Condiciones de La Niña se afirman en el Pacífico, trayendo pronósticos poco alentadores. Te explicamos su estado, la influencia de otros índices climáticos, los probables impactos y su evolución en 2026.

17 de Noviembre de 2025

La relación entre los océanos y la atmósfera es fundamental para definir y regular el clima global de la Tierra: ambos sistemas están fuertemente acoplados e interactúan de manera constante a través de intercambios de energía, materia y movimiento. Esta interacción forma parte del sistema climático más amplio, donde los océanos actúan como un "regulador" térmico y químico, mientras que la atmósfera distribuye el calor y la humedad. El especialista de Meteored, Mauricio Saldívar, nos cuenta sobre La Niña y su impacto en nuestro país.

Pero para comprender mejor cómo funciona la interacción entre los océanos y la atmósfera, debemos incorporar los índices climáticos, patrones recurrentes de variabilidad resultantes de esta "asociación" dinámica. Estos índices representan oscilaciones naturales en la temperatura superficial del mar (TSM), presiones atmosféricas y vientos, que amplifican o modulan los intercambios de calor, humedad y energía entre ambos sistemas.

El índice climático más conocido es el ENOS (El Niño - Oscilación del Sur), pero hay otros con influencia significativa en el clima de nuestro país que pueden potenciar o neutralizar los efectos del ENOS: el Dipolo del Océano Índico (IOD, por sus siglas en inglés), también conocido como El Niño Indio y que se comporta de manera similar al ENOS y con impactos parecidos; el Modo Anular del Sur (SAM), marca el ritmo a la entrada de pulsos de aire frío sobre nuestro país, y la Oscilación Madden-Julian (MJO, por sus siglas en inglés: Madden-Julian Oscillation), entre otros.

A continuación, el análisis del estado actual, la probable evolución y sus impactos esperados en Argentina.

La Niña... ¿está entre nosotros?

De acuerdo con el más reciente pronóstico de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de los Estados Unidos (NOAA), las condiciones de La Niña continuaron durante el último mes, evidenciadas en el hecho de que la temperatura superficial del mar se mantiene por debajo del promedio en el este y centro del Pacífico ecuatorial, en la llamada región de monitoreo Niño-3.4.

La Niña es débil, pero se hará más fuerte con ayuda: ¿cuál será su impacto en Argentina?

Pero lo importante es que además de que la temperatura superficial del mar sea más fría que el promedio, debe cumplir con las condiciones establecidas por NOAA para que el evento sea considerado La Niña: la anomalía promedio de la TSM en la región de monitoreo Niño-3.4 debe ser de -0.5 °C o menor.

Sin embargo, para el Bureau de Meteorología de Australia (BoM), el ENSO se mantiene neutral, pero hay indicios de que La Niña podría estar desarrollándose. El BoM, a diferencia de NOAA, considera que valores sostenidos por debajo de 0.8 °C son compatibles con un patrón de La Niña. Y aclara que el último valor de la TSM en la región Niño3.4 para la semana que finalizó el 9 de noviembre de 2025 es de 0.84 °C.

Para el BoM, los valores semanales del índice Niño3.4 han estado fluctuando alrededor del umbral de La Niña desde mediados o finales de septiembre, en tanto que los patrones de los vientos alisios y las nubes han sido indicativos de La Niña desde al menos mediados o finales de septiembre.

La Niña es débil, pero se hará más fuerte con ayuda: ¿cuál será su impacto en Argentina?

El BoM señala que es muy probable que pronto se alcancen los niveles de La Niña al menos hasta enero, antes de volver a la neutralidad a mediados o finales del verano.

Si bien los indicadores ENOS de ambas organizaciones difieren levemente, la mayoría de los modelos internacionales que se evalúan para determinar la fase ENSO, coinciden en que La Niña está presente o muy próxima a declararse y persistirá al menos hasta enero, antes de volver a la neutralidad a mediados o finales del verano.

La Niña no está sola

Como mencionamos anteriormente, cualquiera de las etapas ENOS (El Niño, La Niña o Neutral) se puede amplificar, atenuar, neutralizar o ser indiferente ante la presencia de otros índices climáticos globales. Analizamos los más significativos, su estado, pronóstico y efectos potenciales:

El Modo Anular del Sur (SAM), que siendo negativo favoreció la entrada de pulsos de aire frío en las últimas semanas, a la fecha es neutral con una tendencia futura a la neutralidad marginal con la fase negativa para las próximas dos semanas, siendo incierta su influencia.

La Niña es débil, pero se hará más fuerte con ayuda: ¿cuál será su impacto en Argentina?

La Oscilación Madden-Julian (MJO) es uno de los indicadores que influyen sobre el ENOS, y las previsiones indican que su evolución a futuro -debilitándose-, podría impulsar temporalmente las condiciones de La Niña, a la vez que contribuiría al pronóstico de temperaturas superiores a la media en el centro y norte del país.

La Niña es débil, pero se hará más fuerte con ayuda: ¿cuál será su impacto en Argentina?

El Dipolo del Océano Índico (DOI) se encuentra en fase negativa, y se espera que se mantenga en fase negativa durante al menos la mitad del verano. Este es uno de los índices más significativos en la interacción con el ENOS sobre nuestro país, ya que si la señal del DOI es negativa como está sucediendo, motoriza precipitaciones deficitarias en el centro-este del país, el Litoral y el noroeste de la Patagonia, potenciando los efectos de La Niña.

¿Cómo impactará y cómo seguirá?

La probable evolución del ENOS y los principales índices climáticos, las perspectivas para las áreas productivas de Argentina no son las ideales.

La Niña es débil, pero se hará más fuerte con ayuda: ¿cuál será su impacto en Argentina?

A las condiciones de un evento La Niña de débil intensidad, se acoplará La Niña India, haciendo mayor el déficit de precipitaciones esperado para lo que resta de la primavera y al menos la primera parte del verano en el centro-este y Litoral de Argentina.

En cuanto a las temperaturas, la presencia de la MJO, favorecerá temperaturas con valores superiores a los normales en el centro y norte del país, lo que favorecerá además, la evapotranspiración.

La Niña es débil, pero se hará más fuerte con ayuda: ¿cuál será su impacto en Argentina?

Si vamos más adelante en el tiempo, las previsiones de NOAA indican la transición a un ENOS neutral entre enero y marzo de 2026, con un 61 % de probabilidad.

Pero el análisis del ECMWF (Centro Europeo de Pronósticos a Mediano Plazo, por sus siglas en inglés), va más allá y estima que después de la neutralidad, es probable un evento El Niño durante 2026.

De confirmarse esta previsión, El Niño 2026 podría impulsar las temperaturas globales hacia valores más cálidos hasta 2027 y un aumento potencial de la cantidad de humedad atmosférica a lo largo del año, haciendo además que 2026 compita en los primeros puestos del año más cálido en los registros.

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