Lluvias intensas paralizan la cosecha en la región núcleo y preocupan a los productores
Los suelos saturados impiden el ingreso de maquinaria y ponen en riesgo más de un millón de hectáreas. Especialistas advierten sobre posibles pérdidas de rendimiento y calidad si persisten las precipitaciones en los próximos días.
Las intensas lluvias que azotan desde la semana pasada al norte de la provincia de Buenos Aires paralizaron la cosecha de soja y maíz en la región núcleo. Con acumulados que superan los 150 milímetros, y en algunos casos los 400, los suelos saturados impiden el ingreso de maquinaria y ponen en riesgo más de un millón de hectáreas. Especialistas advierten sobre posibles pérdidas de rendimiento y calidad si persisten las precipitaciones en los próximos días.
Las precipitaciones superaron los 150 milímetros en amplias zonas del norte bonaerense. Cristian Russo, de la Bolsa de Comercio de Rosario, advierte sobre los riesgos productivos si persisten los excesos hídricos.
La región núcleo, corazón agrícola del país, se encuentra bajo alerta tras las intensas lluvias registradas desde el jueves pasado. Con acumulados que superan los 150 milímetros, localidades como Junín, Rojas y Chacabuco enfrentan serias complicaciones para avanzar con la cosecha de soja. En Junín se relevaron hasta 378 milímetros en pocos días, una cifra excepcional.
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Según Cristian Russo, jefe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario, el impacto en la campaña es significativo: "Más de dos tercios del cultivo aún no había sido cosechado en zonas claves del norte y noreste bonaerense cuando ocurrió el evento climático".
El exceso de agua en los suelos, ya saturados, impide el ingreso de maquinaria agrícola y pone en riesgo el rendimiento y la calidad de los granos. Russo advierte que la duración de los anegamientos será determinante para evaluar la magnitud de los daños.
A esto se suma un pronóstico poco alentador: persisten las lluvias y lloviznas, lo que podría agravar el panorama. "Mientras no se resuelva este sistema de baja presión y continúe el ingreso de aire húmedo del Atlántico, el escenario seguirá siendo problemático", alertó el especialista.
En paralelo, el reporte semanal de la Oficina de Riesgo Agropecuario señala que el 50% del área de soja en Buenos Aires ya fue cosechada, pero la otra mitad está en riesgo por los excesos hídricos. Se espera que en los próximos días las lluvias disminuyan, aunque la situación dependerá del drenaje y de nuevas precipitaciones.
En los últimos días, intensas lluvias han azotado amplias zonas del norte de la provincia de Buenos Aires, con acumulados que en algunos casos superaron los 400 mm. Los partidos más afectados incluyen Chivilcoy, Chacabuco, San Antonio de Areco y sus alrededores. Sin embargo, el fenómeno también se extendió a áreas del oeste bonaerense, como 9 de Julio, que ya venía sufriendo las consecuencias de las lluvias registradas en marzo. Esta situación climática genera preocupación en el sector productivo, ya que aún resta por cosechar una parte importante de la superficie sembrada con soja y maíz tardío. La región más comprometida es el norte bonaerense, donde aproximadamente 530.000 hectáreas de soja podrían verse afectadas. Si bien los acumulados fueron menores en el oeste, también se registraron lluvias del orden de 80 a 100 mm, afectando a unas 730.000 hectáreas de soja. Cabe destacar que esta zona ya experimentaba una demora en la cosecha debido a las lluvias de marzo, por lo que los nuevos eventos podrían agravar las pérdidas.
En cuanto al maíz, la cosecha en el norte bonaerense está cerca del 90%, quedando pendientes principalmente los planteos tardíos y de segunda ocupación, que abarcan unas 120.000 hectáreas. En el oeste de la provincia, aunque la superficie por cosechar es mayor, no se esperan grandes pérdidas productivas para este cultivo.
De cara al futuro, se pronostican bajas temperaturas y más lluvias, lo que dificultará el secado de los cultivos. Se espera que las condiciones mejoren para permitir el ingreso de las cosechadoras y evaluar con mayor precisión el impacto total de este evento climático en la producción.