Ganadería en vilo

Más kilos por animal: la propuesta para salir del ajuste ganadero

La elevada faena de hembras, el impacto climático y la estrategia productiva explican la caída del stock y la menor oferta de carne. Desde la industria proponen subir el peso de faena como salida más rápida para recuperar producción

23 de Diciembre de 2025

La ganadería argentina atraviesa un proceso de fuerte reordenamiento productivo que combina decisiones económicas, efectos climáticos y cambios en la demanda externa. La elevada faena de hembras, por encima del 47% desde hace más de dos años, se convirtió en uno de los indicadores más sensibles de este escenario, con impacto directo sobre el stock y la producción de carne. 

Según explicó Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carne de la República Argentina (CICCRA), el fenómeno responde a una lógica clara del productor: "si la vaca está vacía, se manda a China y se la reemplaza por una vaquillona". El mercado chino, que paga valores atractivos por la vaca, terminó de consolidar una tendencia que prioriza la eficiencia reproductiva del rodeo. 

A esta dinámica se sumaron factores climáticos determinantes, como la sequía de 2023 y las inundaciones registradas en 2024 y 2025. Estos eventos provocaron una fuerte caída en la producción de carne y una pérdida de stock estimada entre 5% y 7%. Menos vientres y menores zafras de terneros redujeron la oferta disponible, profundizando el ajuste del sector. 

El impacto ya se refleja en los números de faena, ya que en noviembre se sacrificaron poco más de un millón de cabezas, con una caída cercana al 9% interanual, mientras que la participación de las hembras volvió a ubicarse en niveles elevados, cercanos al 48%. Aunque este nivel de faena contribuye al rejuvenecimiento del rodeo, sigue estando por encima del umbral que asegura la sostenibilidad de las existencias vacunas. 

Paradójicamente, esta menor oferta de carne convivió con una mejora gradual de la demanda interna. Con precios que se reacomodan y consumidores que lentamente se adaptan a los nuevos valores, el consumo aparente por habitante mostró una suba cercana al 2,3% en lo que va del año, alcanzando alrededor de 48 kilos anuales por persona. 

¿Cuál es el camino a seguir?

Mientras algunos plantean la necesidad de aumentar el stock bovino, un proceso que llevaría entre cuatro y cinco años, desde CICCRA sostienen que existe la alternativa más rápida y eficiente es el incremento del peso de faena. 

"El foco debería estar en producir más carne con la misma cantidad de animales", remarcan desde la entidad. Elevar el peso promedio de faena desde los actuales 230 kilos res a valores cercanos a 280 kilos permitiría aumentar un 20% la producción total, lo que equivaldría a unas 600 mil toneladas adicionales de carne en apenas dos o tres años. 

Para que esta estrategia sea viable, la industria advierte que se necesita acompañamiento financiero. En este sentido, serían necesarias líneas de crédito a valor producto y tasas razonables para sostener sistemas de engorde más largos y eficientes, en un contexto de costos crecientes y márgenes ajustados. 

La ganadería argentina se mueve hoy en un delicado equilibrio entre recomponer su capacidad productiva y responder a las demandas del mercado. La alta faena de hembras no es sólo una señal de alerta, sino también el reflejo de las decisiones tomadas frente a la presión climática y comercial. 

En este marco, apostar a mayor peso de faena aparece como la salida más rápida para recuperar volumen sin esperar años a que el stock vuelva a crecer. Sin embargo, el desafío será generar las condiciones económicas que permitan transformar esa propuesta en una política productiva concreta. 

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