Más producciones en rojo: el algodón se desploma y crece la preocupación
El Semáforo de Economías Regionales mostró nuevos retrocesos: el algodón pasó a rojo y peras y manzanas bajaron de verde a amarillo por la pérdida de rentabilidad.
Durante septiembre de 2025, el Semáforo de Economías Regionales de CONINAGRO reflejó un deterioro en la situación del agro: se registraron 5 actividades en verde, 8 en amarillo y 6 en rojo. En comparación con el mes anterior, dos cadenas cambiaron de categoría y marcaron la diferencia: el algodón pasó de amarillo a rojo, mientras que peras y manzanas descendieron de verde a amarillo.
El indicador analiza tres aspectos: negocio, producción y mercado. Considera los precios y costos al productor, la evolución del área o del stock y los niveles de producción, además del movimiento de exportaciones, importaciones y consumo interno. Con esa información, el semáforo refleja de forma simple el estado de cada economía regional, mostrando si enfrenta rentabilidad en baja, menor producción o dificultades de mercado.
Las actividades que hoy están en rojo son yerba mate, arroz, papa, vino y mosto, hortalizas y, desde este mes, algodón.
Algodón: precios atrasados, más área y peor balance
El caso del algodón , en septiembre, los precios al productor apenas crecieron 10% interanual, muy por debajo de la inflación del 31,8%. Al mismo tiempo, la campaña 2024/25 cerró con una caída del 15% en la producción, mientras que para 2025/26 se proyecta una superficie sembrada mayor.
En el frente externo, el panorama tampoco ayuda: en los últimos doce meses las exportaciones del complejo algodonero se redujeron 12%, mientras que las importaciones se dispararon 119%, pasando de 48 a 105 millones de dólares. Menor competitividad, más ingreso de producto importado y precios reales en baja explican el paso del algodón al rojo.
Peras y manzanas: mucho volumen, menos rentabilidad
Peras y manzanas no llegaron al rojo, pero sí muestran un deterioro claro que las empujó de verde a amarillo. La producción creció 10% en los últimos doce meses y las exportaciones aumentaron 51%, hasta alcanzar 455 millones de dólares,.
Sin embargo, el precio al productor cayó 10% mensual y solo aumentó 2% interanual, muy por debajo de la inflación. Al mismo tiempo, las importaciones crecieron 33%. Con ingresos reales en baja y mayor competencia externa, el componente negocio se debilita y la actividad pierde atractivo pese a los buenos números físicos.
Un comercio exterior concentrado en pocos complejos
El análisis del comercio exterior entre enero y septiembre de 2025 muestra que la estructura agroexportadora sigue fuertemente concentrada. Las 19 actividades relevadas generaron exportaciones por 43.300 millones de dólares, un 60% por encima del promedio histórico de los últimos diez años.
Sin embargo, el 77% de esos ingresos provino de los complejos granarios -soja, maíz, trigo, girasol, cebada y sorgo- y el 9% del sector bovino. El resto de las economías regionales explicó apenas el 15% de las exportaciones.
Del lado de las importaciones, entre enero y septiembre se promediaron 2.300 millones de dólares. El 73% se concentró también en el complejo granario, seguido por la actividad forestal (9%), el sector porcino (4%) y el algodón (3%), mientras que el 11% restante se repartió entre las demás economías.
Sectores en expansión y otros en retroceso
El tablero del semáforo muestra contrastes marcados. En el frente exportador, el tabaco lidera el crecimiento con un aumento del 301% frente al promedio histórico, seguido por el arroz y el complejo lácteo. En cambio, la actividad avícola fue la única que mostró una fuerte caída, con exportaciones 65% menores al promedio de los últimos años.
En importaciones, crecieron maní, cítricos y vinos, mientras que papa, hortalizas y miel redujeron sus compras externas.
En septiembre, con más actividades acercándose al rojo y otras que retroceden desde el verde, el semáforo vuelve a poner sobre la mesa una señal clara: la heterogeneidad del agro se profundiza y, para muchas economías regionales, sostener la rentabilidad es cada vez más difícil.

