Nuevas pistas sobre cómo las plantas enfrentan el estrés y los patógenos
Un equipo internacional, con participación del CONICET, descifró el genoma de 123 briófitas y mostró que su riqueza genética fue esencial para adaptarse y prosperar en los ecosistemas terrestres hace más de 500 millones de años.
¿Qué son las briófitas y por qué fueron clave en la historia de la vida terrestre?
Se trata de musgos, hepáticas y antocerotes, plantas diminutas y sin tejido vascular que aparecieron entre las primeras en colonizar la superficie terrestre. A pesar de su tamaño, cumplen funciones ecológicas vitales: retienen agua, ayudan a formar suelo y sostienen el ciclo de nutrientes en numerosos ecosistemas.
Un estudio publicado en Nature Genetics descifró el genoma de 123 especies de briófitas, revelando las bases genéticas que les permitieron sobrevivir durante más de 500 millones de años. La investigación, que contó con la participación del investigador del CONICET Javier Moreno, constituye el relevamiento genómico más amplio realizado hasta hoy en este grupo vegetal.
Un gran potencial genético
El trabajo demostró que las briófitas poseen una diversidad genética superior a la de las plantas vasculares, con numerosos genes únicos y otros adquiridos por transferencia horizontal desde microorganismos. Este proceso habría sido clave para adaptarse a entornos extremos.
"Estos hallazgos muestran que, a pesar de su simplicidad, las briófitas cuentan con un conjunto genético muy innovador", explicó Javier Moreno, del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (CONICET-UNL). "Ese repertorio les permitió establecerse en ambientes que van desde desiertos hasta regiones polares y mantenerse como protagonistas de la biodiversidad terrestre durante millones de años".
Nuevas herramientas para la biotecnología
El conocimiento generado por el estudio no sólo amplía la comprensión sobre la evolución vegetal, sino que ofrece recursos valiosos para identificar genes asociados a la tolerancia al estrés, la defensa ante patógenos y la producción de compuestos de interés biotecnológico.
"Conocer este patrimonio genómico es clave para pensar aplicaciones en biotecnología y para enfrentar los desafíos ambientales actuales", destacó Moreno.
Fuente: Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET)
Leé la nota completa acá