Poda mecánica en frutales: una alternativa para mejorar la productividad de nogales y avellanos
El INTA Valle Inferior evalúa el impacto de la poda mecanizada en frutos secos. Los primeros resultados muestran mejoras en la brotación, la iluminación interna de la copa y la fructificación.
En el Valle Inferior del Río Negro, especialistas del INTA Viedma, junto con productores de frutos secos, llevan adelante una experiencia pionera: el uso de la primera podadora mecánica de discos en la región. El objetivo es optimizar el manejo de nogales (Juglans regia) y avellanos (Corylus avellana L.), y analizar cómo esta práctica influye en el desarrollo de brotes, flores y frutos.
Según explicó Gastón Fuente, investigador del Grupo de Fruticultura del INTA Valle Inferior, la poda es una práctica central en la producción de frutos secos porque permite equilibrar el crecimiento vegetativo con la producción y mejorar la entrada de luz en la copa del árbol. Sin embargo, la escasez de mano de obra y la lentitud del trabajo manual suelen limitar su aplicación, especialmente en plantaciones con árboles de gran porte.
Leé también: Tecnología láser para revolucionar el análisis de semillas y cultivos
Ante este desafío, un grupo de productores adquirió una podadora equipada con cinco discos de 50 centímetros de diámetro, lo que permitió iniciar un seguimiento técnico en dos plantaciones: una de avellano variedad Tonda di Giffoni y otra de nogal variedad Chandler.
Resultados preliminares
La primera intervención se realizó en el invierno de 2023. En ambas plantaciones se midieron cortes, brotes, flores y frutos. Los datos fueron alentadores: la poda estimuló entre 1 y 6 brotes por punto de corte. En nogal, alcanzaron un promedio de 123 centímetros, mientras que en avellano llegaron a 65 centímetros. Además, se observó una relación directa entre el diámetro del corte y el vigor del brote.
En avellano, el 51 % de los brotes desarrolló inflorescencias femeninas, principalmente en cortes de entre 2 y 3 centímetros. En cuanto al cuaje, el 24 % portaba frutos, con mayor incidencia en cortes más pequeños.
En nogal, la poda mecánica se complementó con una manual en 2024 para ordenar el crecimiento. En la campaña siguiente, el 92 % de los brotes evaluados portaba al menos cuatro frutos, con un vínculo claro entre la longitud del brote y la carga frutal.
Leé también: Tecnología láser para revolucionar el análisis de semillas y cultivos
Recomendaciones para el manejo
Los especialistas del INTA recomiendan avanzar de manera progresiva en la adopción de la poda mecánica, combinándola con podas manuales en los primeros años y evaluando la estructura del cultivo antes de intervenir. Mantener calles despejadas de al menos un metro, ajustar el ángulo de los cortes y realizar un monitoreo anual de brotación y fructificación son claves para obtener buenos resultados.
Además, destacan la importancia de capacitar al personal para interpretar la respuesta de las plantas y operar la maquinaria de manera adecuada.
Una herramienta complementaria
La experiencia en el Valle Inferior demuestra que la poda mecánica, aplicada con criterio técnico, puede ser una herramienta eficaz para mejorar la productividad y la eficiencia en el manejo de nogales y avellanos.
Si bien no reemplaza totalmente a la poda manual, ayuda a optimizar tiempos, aliviar la falta de mano de obra y potenciar la producción, siempre que se integre a una estrategia de manejo integral y planificado.